EL NUEVO DIARIO, SANTIAGO.- La Iglesia Católica tildó como una “pesadilla diabólica las muertes casi sucesivas de varias adolescentes en distintos puntos del país, lo que se convierte en un horror, lo que marca días grises y tristes para los dominicanos que no salen del pavor.
Señala que los homicidios de las menores Fernelis Carrión, Emely Peguero, Dioskairy Gómez, entre otros, presentan el diagnóstico de una sociedad enferma que va perdiendo el rumbo, alejándose cada vez más del mandato divino: No matarás.
La reflexión se encuentra en el editorial del semanario Camino, que este domingo circulará en su formato de papel, en parroquias y puestos de ventas de impresos; en el que además indica, que un segmento de la población está enterrando los valores que dan sentido a nuestra vida, trayendo esto como consecuencia conductas devoradoras de la convivencia humana.
Entiende que el mes de agosto del 2017 quedará marcado en el calendario dominicano con sus días tristes y grises, por los hechos criminales que consternaron a la comunidad nacional.
Los jerarcas católicos sorprendidos expresan, que “un acontecimiento de horror iba sustituyendo en las páginas de los diarios el hecho ocurrido el día anterior, para dar paso a otro más estremecedor”.
Describe como “pesadilla diabólica”, a esa cadena de hechos que se iban sucediendo día tras días n suelo dominicano.
Advierte que el afán de poder y tener dinero fácil está cegando a muchas personas que hoy caminan sin saber a dónde van, porque no tienen metas nobles y buscan la felicidad donde jamás la encontrarán, provocando un daño irreparable a muchas familias.
Se pregunta, ¿qué está pasando?, ¿por qué un pueblo trabajador, noble y generoso como el nuestro, está frente a este carnaval de atrocidades?. Y clama que, se hace urgente cortar las raíces que están alimentando estas acciones bochornosas y de violencia, que nos sacuden.
Dijo que “creemos que la familia debe asumir su rol de ser un espacio de compresión, diálogo y tolerancia”, para entonces solicitar educar para la paz, y que el Estado proporcione a la población mayores posibilidades para una vida digna.
Aboga por que los jóvenes encuentren oportunidades de empleo que les permitan crecer, mirando el futuro con optimismo.
“Que todo dominicano, sobre todo los que son figuras públicas, den ejemplo de una vida apegada a la ética, y no sigan enviando mensajes negativos a los jóvenes y presentándose como personas de éxito, cuando detrás está la hipocresía”, enfatizó.
La iglesia clamó, a “no esperar más descomposición social para tomar las medidas necesarias, que detengan tanta violencia. Llegó la hora de sembrar esperanza”.




