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17 de mayo 2024
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Hay que restablecer los servicios hospitalarios

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Hoy se inicia la sexta semana del conflicto huelgarío que mantiene paralizados los hospitales y centros de salud del Estado donde acude la mayor parte del pueblo dominica-no, que no tiene recursos para pagar la asistencia privada, sin que aún se vislumbre una solución.

Más de un mes de huelga de médicos debió haber sido suficiente para que ambas partes, Asociación Médica y Gobierno, flexibilizaran sus respectivas posiciones hasta el grado de la conciliación.

A lo largo del conflicto se ha tenido la impresión de que las partes juegan al que tenga más resistencia, olvidándose del compromiso que tienen con el dominicano común de ofrecerle asistencia médica, de por sí insuficiente e ineficaz.

La AMD ha decidido seguir adelanté con el paro indefinido, haciendo caso omiso de la impopularidad de su acción y a la firme posición que ha mantenido el Gobierno de no aumentar salarios, sobre la base de la real precariedad presupuestal que lo afecta, y en vista de que otros sectores, como los maestros, tienen en el tapete reclamos similares.

Pudo la asociación cambiar de táctica y no prolongar tanto la paralización, procediendo a hacer uso de otros recursos, reservándose la decisión de un nuevo paro posteriormente, si fuere necesario. No se le pide que abandone la lucha por un aumento salarial que es indiscutiblemente justo, sino que reconozca las limitaciones concretas de la hora y que tome en cuenta que a quien afecta el movimiento es a los sectores desposeídos.

De hecho, la huelga ha sido cercada por gran parte de la opinión pública, unos de manera interesada. Pero también la AMD contribuyó al cerco al lanzarse a la lucha sin haber creado la base de opinión necesaria, teniendo recursos morales y económicos para haberlo hecho.

La circunstancia de que la asociación no está vinculada sólidamente al resto del movimiento sindical y la debilidad de otras asociaciones profesionales a las que debió poner activamente de su parte, han sido factores contribuyentes de que el paro no haya logrado éxito en su demanda salarial.

Por su parte, el Gobierno se ha inmovilizado un reinicio del diálogo, como así no le molestara ni le incumbiera la paralización por más de cinco semanas de los servicios públicos de salud.

Es obvio que las autoridades tienen que medir con sumo cuidado toda nueva erogación -sea o no gasto corriente en vista de la disminución de los ingresos proyectados presupuestalmente para este año por la caída de los precios del oro y el azúcar, pero tampoco puede llegar a los extremos.

Ha sido de general opinión que por lo menos el Gobierno debió hacer un aumento salarial a los médicos residentes y pasantes sobre quienes recae el mayor trabajo en los hospitales y que sólo dependen del salario estatal, tan bajo que muchos burócratas, obreros y secretarias tienen mayores ingresos. Con extensas jornadas de trabajo hay 630 médicos pasantes que devengan salarios oscilantes entre 200 y 320 pesos.

De cualquier forma, lo indiscutible es que el diálogo entre la AMD y el Gobierno debe restablecerse desde hoy mismo, porque urge normalizar los servicios de asistencia médica. Lo exigen las mayorías nacionales. Y ante ese clamor deben inclinarse ambas partes con un acuerdo transaccional.

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