EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Hace justo un mes, la música se silenció de golpe.
Rubby Pérez, “la voz más alta del merengue”, ofrecía lo que nadie imaginó sería su última presentación en vida, en el icónico Jet Set Club de Santo Domingo. Un escenario que por décadas vibró al ritmo de sus canciones, se convirtió esa noche en el escenario de una tragedia que aún estremece.
Lo que debía ser una velada festiva, con clásicos del merengue y alegría dominicana, marcó el final inesperado de una leyenda.
Rubby, con su energía inigualable, se encontraba cantando el tema »Color de Rosa» sin saber que estaba despidiéndose de su público para siempre.
El Jet Set, ese templo del merengue y punto de encuentro de generaciones, pasó de ser una discoteca de lujo a un lugar de lamentos, testigo de un momento doloroso que quedará grabado en la memoria colectiva del país.
Hoy, a un mes de su partida, cientos de internautas y el país recuerdan a Rubby Pérez con respeto, nostalgia y gratitud, porque su voz seguirá resonando cada vez que suene un merengue suyo… fuerte, claro y eterno.





