EL NUEVO DIARIO, PARIS. – El presidente francés saliente, Valery Giscard D’Estaing, se retira de momento de la política activa al decidir no presentarse a las elecciones legislativas de junio, para las que ya en la derecha se hizo un pacto sin él.
Su rival, el gaullista Jacques Chirac, concertó un acuerdo de alianzas para estas elecciones con Jean Lecanuet, presidente del Partido Centrista. Abatido, el derrotado en la elección presidencial del domingo había hecho saber previamente ya que desea realizar el traspaso de poderes al nuevo presidente Francois Mitterrand «en la fecha más próxima posible».
Cuando el Consejo Constitucional consideraba que tal fecha debía ser el 24 de mayo, Giscard D’Estaing proponía el 27, pero ahora parece caérsele la casa encima y desearía que todo quedara resuelto el 20, día de su último consejo ministerial.
Altivo, tras el primer fracaso de su vida política va a iniciar lo que en la vida pública francesa se llama «una travesía del desierto» Como hizo el general De Gaulle en su época, se instalará con íntimos colaboradores en unos despachos en París quedará como un recuerdo para la nación de ser verdad lo que declaran sus amigos.
Aislado, los parlamentarios de su partido UDF (Unión para la Democracia Francesa) no le han seguido en su llamamiento a concentrarse en un gran centro democrático, hecho al día siguiente de la elección por declaración indirecta.
Agrio, en la misma declaración anunció que se dirigiría a los millones de franceses que le votaron a pesar de las críticas y de las «traiciones premeditadas” acusación dirigida al alcalde de París. Jacques Chirac.
Valery Giscard D’Estaing, de 55 años, casi diez menores que su sucesor, el socialista Mitterrand. llevó una carrera política ascendente y sin ningún revés hasta el 10 de mayo de 1981.
En esa fecha, domingo pasado, perdió la presidencia de la República Francesa por un millón doscientos mil votos entre más de treinta millones de electores, un fracaso relativo porque confiaron en él 14 millones 647 mil 787 franceses.
Despechado, no obstante, el jefe del Estado galo no dio aun explicación de su derrota, limitándose a adelantar que hará una declaración solemne de despedida a quienes le votaron cuando abandone su alta función.
Al aceptar el miércoles la dimisión de gobierno; hizo ya una defensa de su propia acción indicando que tal gobierno carecía de poder de hacer desaparecer las causas y las consecuencias que tiene la crisis económica internacional para Francia.
Ramón Luis Acuña
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