EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Los cadáveres de personas fallecidas a causa del COVID-19 podrían suponer un riesgo de infección para quienes entren en contacto directo con estos, aunque hasta el momento no hay evidencia concreta al respecto la precaución se toma partiendo del comportamiento observado de otros virus respiratorios, situación que dificulta a las personas velar y sepultar a sus muertos según las tradiciones habituales de cada quien.
Se recomienda, además, no practicarle autopsias a los cadáveres de los fallecidos por el COVID-19, debido a que existe la posibilidad de que generen aerosoles con agentes infecciosos.
La advertencia está contenida en un documento del Ministerio Salud Pública sobre «Lineamientos para manejo de cadáveres con sospecha o confirmación de COVID-19 en instalaciones de salud y centros de velación y funerarias».
Hasta el momento no existe una guía que especifique el manejo de cadáveres de personas fallecidas a causa de esta enfermedad provocada por el coronavirus de Wuhan, China.
Sin embargo, Salud Pública subraya que ante esta situación se puede seguir el protocolo contemplado en las «Directrices sobre Prevención y Control de las infecciones respiratorias agudas con tendencia epidémica y pandémica…», publicadas en el año 2014 por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pasos en el tratamiento del cadáver:
