EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – El Día Internacional de las Remesas Familiares, se celebra el 16 de junio de cada año. Fue proclamada a través de un decreto por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
De acuerdo a la ONU, este día reconoce el trabajo de millones de migrantes que a nivel mundial se esfuerzan cada día para contribuir al bienestar económico y un mejor futuro para sus familiares.
La celebración de este día encuentra a la República Dominicana con un buen ritmo de crecimiento en este tipo de ingreso monetario.
Según informa el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) en el primer trimestre del año 2023 las remesas recibidas lograron una cifra de alrededor de US$2,500.0 millones, exhibiendo un 3.6 % de crecimiento respecto al mismo periodo del año anterior.
Las remesas familiares son el dinero y recursos enviado por los emigrantes a su país de origen, los cuales representan un sustento significativo para muchas familias en todo el mundo, y los hogares dominicanos no son la excepción.
Para la República Dominicana, así como en otras naciones, el dinamismo de las remesas resulta de gran importancia para las familias, además de favorecer la economía nacional.
En cuanto al tema para la campaña de este 2023 es: «Remesas digitales hacia la inclusión financiera y reducción de costos».
La cual está orientada a los beneficios que tiene la inclusión digital y financiera para que las familias logren alcanzar sus propios objetivos de desarrollo sostenible.
Se espera que para el año 2030 se logren alcanzar los objetivos contemplados en la Agenda del Desarrollo Sostenible. Con ello, se busca eliminar los altos índices de pobreza y miseria que afectan a millones de personas en todo el mundo.
Se pretende que para esta fecha disminuya de manera significativa los costos que se producen por las transacciones de las remesas que se logran a través del trabajo y esfuerzo de los migrantes los cuales, en la mayoría de los casos, ejercen ocupaciones que les exigen grandes sacrificios y que muchas veces, los obligan a poner sus propias vidas en riesgo.
Por: Mariajosé López
