Para la República Dominicana, tener una institución pública de estudios superiores que sea administrada mediante un equipo de gestión que surja de un proceso eleccionario diáfano, plural y ético, debe ser un elemento de grandes satisfacciones. Esa es la impronta a la que siempre han aspirado los candidatos a las diferentes posiciones electivas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, que aman dicha institución.
Las posiciones a asumir mediante los procesos eleccionarios de la universidad del Estado, deben ser recipiendarias de un criterio de transparencia que obligue a soportar las palabras comprometidas durante las campañas electorales, con la práctica en las ejecutorias de las funciones que se asuman posteriormente. Ese criterio debe prevalecer y debe ser soportado por propuestas previas, principalmente, para la Rectoría y las Vicerrectorías.
El Proyecto Emma Rectora, ha exigido a cada uno de los candidatos a las diferentes Vicerrectorías que lo integran para la conducción de los destinos de la Universidad del Estado a partir de julio del presente año, una propuesta de gestión realizable a toda la Comunidad Universitaria, que ha plasmado en un documento denominado Programa de Gestión 2018-2022 de la Dra. Emma Polanco Melo, que circula en toda la Geografía Nacional.
La propuesta correspondiente a la Vicerrectoría Administrativa de dicho proyecto, plantea desarrollar una política financiera centrada en el equilibrio real de las finanzas universitarias, a través de tres grandes objetivos específicos, a saber:
- Desarrollar una política financiera centrada en el equilibrio real de las finanzas universitarias, a través de tres grandes objetivos específicos:
- La eliminación del déficit crónico de la universidad, que se ha convertido en un serio impedimento del desarrollo institucional de dicha institución.
- Superado el desequilibrio real de las finanzas universitarias, se procurará alcanzar un presupuesto que permita a las autoridades planificar y conducir el desarrollo de la Academia con la debida proporción entre los gastos corrientes y los gastos de inversión.
- Logrado el equilibrio y superado el déficit presupuestario, se someterá al Consejo Universitario y al Claustro Menor una cláusula que prohíba a las autoridades universitarias manejarse en lo adelante con un déficit insostenible que comprometa el futuro de la institución y el bienestar de sus integrantes.
- Se gestionará por los medios institucionales, la asignación del 5 % del presupuesto nacional o el equivalente a un porcentaje no menor del 1 % del PIB. Este objetivo no solo cubre un reclamo de cumplimiento del marco jurídico, sino que además se corresponde con la experiencia nacional e internacional, para garantizar los recursos necesarios para el desarrollo de instituciones de estudios superiores que tienen las dimensiones de la UASD.
- El manejo racional, escrupuloso y transparente de los recursos humanos y financieros será otra de las principales características de una gestión 2018-2022 con énfasis en los siguientes aspectos:
- Saneamiento y reorganización de la UASD, realizando de inmediato un estudio de la estructura organizacional y una auditoría de personal que fundamente el reordenamiento institucional, la clasificación y reclasificación de cargos, la corrección de distorsiones salariales, la eliminación de la duplicación de funciones y salarios y la supresión de cargos innecesarios.
- El seguimiento vigilante, desde el primer día, de todas las operaciones financieras que realice la institución con empresas o instituciones nacionales e internacionales, con la finalidad de prevenir acciones que empañen la gestión.
- Institucionalización de una política de transparencia y rendición de cuentas con la publicación periódica de informes de resultados académicos y administrativos, comportamiento de la nómina universitaria, los estados financieros y la ejecución presupuestaria.
- Ampliar la generación de recursos propios rediseñando y ejecutando una política de generación de recursos internos, sin que esa política signifique el aumento de un solo centavo a los estudiantes del grado. Esta política implicará necesariamente:
- La reestructuración de las empresas productivas a fin de que respondan al modelo de autogestión según los propósitos de su creación.
- Una mayor coordinación y fiscalización del trabajo de las áreas financieras de la institución con todas las unidades generadoras de recursos en la Sede Central, recintos, centros y subcentros universitarios.
- Conforme a los diferentes planes, se presentará siempre dentro del presupuesto anual, y de manera puntual, el conjunto de las inversiones en la construcción de la infraestructura física, mantenimiento y equipamiento requeridos con tecnología de punta. Con carácter de prioridad, se gestionará la culminación de la construcción de las edificaciones detenidas o semiparalizadas. Se gestionará también la ampliación de las ciudades universitarias de Santiago y San Francisco de Macorís y la construcción de las nuevas ciudades universitarias de San Cristóbal, Baní, Neyba, San Pedro de Macorís, La Romana, Hato Mayor, La Vega, Santiago Rodríguez, Cotuí, Samaná y Santo Domingo Este.
- Para que la planificación pueda jugar adecuadamente el papel que se le asignará en la gestión 2018-2022, será imprescindible reforzar, con carácter de urgencia, la estructura orgánica, funciones y reglamentos, así como las instalaciones, equipamiento y dotación del personal técnico de las oficinas de planificación o su creación cuando sea necesaria en la Sede Central, recintos, centros y subcentros universitarios.
- Redefinición del modelo de administración universitaria impulsando un modelo gerencial centrado en las mejores prácticas administrativas y financieras, con indicadores de rendimiento y evaluación del desempeño institucional, estableciendo objetivos y metas con estándares o indicadores de medición de dicho desempeño.
- Implementación de un programa que permita la debida iluminación de los espacios, la conservación y remodelación de la planta física, la reorientación del tránsito interno, el régimen de parqueos y estacionamiento y la reorganización y profesionalización de los servicios de la seguridad interna. En síntesis, promover un ambiente universitario de orden y seguridad que garantice la tranquilidad suficiente para que todos los universitarios puedan desarrollar con normalidad sus labores en la Sede Central, Recintos, Centros y Subcentros Universitarios.
Evidentemente, que la proyección de una gestión con los planteamientos de referencia en administración y finanzas para la Universidad del Estado, garantiza el complemento perfecto hacia la rectificación universitaria y la recuperación de la confianza perdida de parte de la Nación Dominicana en la Primada de América.