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24 de diciembre 2025
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OpiniónJulián PadillaJulián Padilla

Entre mangueras y patadas de ahogado

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Las artimañas de los que viven de la difamación, el chantaje y la extorsión en los medios tienen múltiples aristas y especialidades manipulativas.

Hay un pensamiento bien diseminado entre miembros de una misma clase profesional que puede verse en los médicos, periodistas, comunicadores, imagino que también entre los lavadores de autos. Y es esa la creencia que proviene de la cultura bomberil: los bomberos no se pisan la manguera.

Es decir, que en un incendio pueden haber varios bomberos con mangueras y capacidad de echar agua para apagar un fuego, y todos las utilizan pero se cuidan de no pisar su manguera, ni pisar la de los demás, pues con esto aseguramos que el agua fluya, o prevenimos que el bombero pueda quemarse o la misma manguera dañarse.

En el caso de los periodistas, comunicadores, desarrolladores de contenido, conductores de programas de TV o en los medios digitales, aplican las mangueras, cuando alguno de ellos resulta lesionado por alguna causa pública, los demás o una parte de ellos deciden darle el apoyo moral.

Sin embargo “salir en protección de su clase” no se da de manera automática, aunque los que están más próximos a estar en la misma situación que perjudica al compañero, son los primeros que salen en su defensa, pues como dicen, si se hunde el barco nos hundimos todos.

Sin embargo siempre asumir posiciones de defensa ciega no siempre es lo que puede verse, cuando se trata de la gran mayoría de los miembros de esa misma clase. Y aunque usted no lo crea tiene sentido.

Basados en el principio de los bomberos y las mangueras, lo lógico sería de manera automática se salga en la defensa del colega que se siente amenazado o perseguido por sus acciones.

Hemos visto con el paso del tiempo, que personas que vienen mostrando de forma muy consistente, la moción acusatoria o del insulto, y saben que lo están haciendo de forma agresiva e incorrecta, entonces tratan de blanquear su imagen, tratando de tener presencia en otros medios más nobles.

Lamentablemente la búsqueda de likes de los infantes que con su nobleza se dan el lujo de servir de paño de lágrima público, corren el riesgo de recibir lo que hemos denominado, la patada del ahogado.

El peligro de la patada del ahogado es real y es vital y se ha llevado a muchos a la tumba. Se han dado muchos casos de personas que se lanzan al agua a intentar salvar a otra persona que se está ahogando, y al final terminan los dos ahogados, ya que quien se está inicialmente ahogando, en su desesperación infringe un golpe, casi siempre una patada, que inhabilita a quien pretende salvarle la vida y los dos perecen.

Sin darnos cuenta, pretendiendo ganar vistos, nos convertimos en la marca blanca, en el tonto útil, que sirve para limpiar la imagen pública de la parte que les utiliza porque se está ahogando.

El concepto de marca blanca es interesante, pues la utilizan mucho algunas casas que se dedican a vender productos que se sabe son nocivas a la salud, y entonces invierten mucho dinero en publicidad en los medios deportivos. Intentando decir, apoyamos algo sano, apoyamos el deporte.

Así también lo hacen algunas personas que se han enriquecido de forma ilícita y han hecho el milagro de hacer crecer su negocio en 24 horas, entonces como para sentirse menos culpable o para lavar también su imagen, comienzan a realizar apoyos a personalidades sanas y a sectores sanos, para desviar la atención y proyectar una imagen de nobleza.

No todo lo que brilla es oro, “no todos los que me dicen Señor entraran en el reino de los cielos”. Pero para la gran mayoría, lo que importa es el pragmatismo, lo que se hace, lo que no se hace, lo que se ve. Y entonces como se ve, es creíble y es lo más correcto.
Pero esa danza que se da entre las mangueras y la patada de ahogado hay que comprenderlas, para cuidar sus límites.

Por ejemplo, es posible que sencillamente usted no participe para apagar un fuego. Así no tiene que estar vigilante para evitar pisar las mangueras que están siendo utilizadas. Si usted no participa, sencillamente no se suma a la defensa automática de algo que usted no conoce. Pero no solo no conoce, sino que también puede existir la intención del ahogado, y entonces, al intentar ser un salvavidas, también se termine como difunto en la misma procesión.

Los salvavidas expertos, cuando se lanzan al agua a salvar una persona, si no pueden agarrar bien a la persona o si esta está demasiado desesperada, buscan darle un golpe a la misma, intentando hasta noquearle, para entonces poder proceder a salvarle. Es que si se produce la patada de ahogado, es muy probable que ambos terminen falleciendo, ya que quien se ahoga, ahoga a su salvador.

Una forma que se está viendo en esta danza actual, es que ante el temor de la aplicación de la denominada ley mordaza, todos los medios que se sienten amenazados, unifican criterios y fuerzas para oponerse a la misma.

Como los bomberos no se pisan la cola, entonces nos unimos, y como no nos queremos ahogar, entonces o nos salvamos o ahogamos todos.

Sin embargo, no todos los bomberos se manejan igual, no todos los comunicadores se manejan igual, y por lo tanto también hay división entre ellos y se puede notar, que hasta existen grupos que muestran su aprobación, para que se establezcan reglas para una comunicación más respetuosa en los medios digitales.

Pagar justos por pecadores tampoco puede ser la fórmula mágica a este dilema, entre la libertad de expresión y su abuso en la comisión de delitos. Sin embargo todo luce indicar que los bomberos se alinean y que el único cuidado a tener, es el no recibir la patada del ahogado o que le utilicen como marca blanca, para unos pocos limpien su imagen con tu prestigio.

Por: Julián Padilla.

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