EL NUEVO DIARIO, INTERNACIONAL.- En tiempos donde las relaciones son más efímeras y se promueve el ‘’querer sin compromisos más allá del tiempo’’, surge la inquietud de conocer un poco más la diferencia entre amar y querer y algunas de las implicaciones.
Iniciando con datos etimológicos la lingüista Ivonne Bordelois, en su libro Etimología de las pasiones (2005), señala que “querer” proviene del latín “quaerere”, que significa originalmente ‘desear, tener, buscar’; es decir, tiene un matiz de posesión.
En cambio, la palabra “amar” del latín amãre se refiere a la entrega absoluta y el sacrificio y de ahí se parte para entender que es cierto que en estos tiempos todos saben querer pero pocos amar, así como suena en la icónica canción de José José.
Amar y querer son dos sentimientos muy similares, tanto es así que con frecuencia se pueden utilizar en el mismo contexto y muchos se pueden confundir.
Básicamente, la diferencia de los dos usos es subjetiva ya que los dos términos se refieren a la misma emoción pero, el término de «amar» se vincula más a relaciones amorosas de pareja y el del «querer» a relaciones familiares o de amistad.
Algunas diferencias son:
Querer y amar significan algo diferente
Las señales de querer o amar pueden ser distintas
Querer y amar no se sienten igual
La temporalidad es diferente
En conclusión, todo va a depender del sentido que cada persona le quiera dar a cada término y como lo decida ver.
