Siempre se ha dicho que la guerra política así como en el arte de la guerra es un juego de estrategias. Y lo más próximo a comparar desde antaño ha sido simular un tablero de ajedrez. Aunque en este caso paso a comentar una simultanea con seis partidas en paralelo.
Una partida con el PLD de los 20 años, Una partida con Danilo Medina, una partida con Leonel Fernández y la Fuerza del Pueblo, una partida con el propio PRM y una partida con el soberano, el pueblo dominicano. Esta última es la más difícil de lidiar por la naturaleza ovípara que muchos funcionarios y la propia gestión han mostrado.
Es un juego de estrategias combinado con propósitos distintos, pero que al final, sumados todos implicarían una reelección presidencial con altísimas posibilidades de ser exitosa.
Usted puede ver como se utiliza para impresionar el tablero y las fichas de ajedrez, para llamar la atención a temas que venden enfoques o desarrollos estratégicos. Y evidentemente que aciertan, ya que en el fondo este noble juego transpira muchos errores, tácticas y estrategias, algunas acertadas, otras fallidas y siempre sobre sale aquella que permite la derrota del rey enemigo.
Una de las jugadas que muchas veces se hace en el ajedrez, sobre todo los mueve fichas como yo, desde que tienen la oportunidad, es el enroque, aunque los expertos como parte de una estrategia de defensa o una estrategia ganadora. Y los orgullosos dicen: y mate en tres.
Hemos elegido denominar este escrito enroque corto y mate en seis, porque aunque no sea exacto el numero de jugadas, es una forma de acercar el tablero a las jugadas que lucen producirse en la guerra política, sobre todo en este año de gestión. Lo que se ve indica claramente, que aún sin anunciarlo oficialmente, las aspiraciones reeleccionistas se respiran en el ambiente pre electoral.
Todos los aprestos anticorrupción apuntaban al ex presidente Danilo Medina y su sequito, para no utilizar la palabra cortesanos de Elito. Pedro luce que otras especies marinas compiten por emerger desde las profundidades del océano de la corrupción en el manejo histórico de la cosa pública.
La cultura política del país está tan arraigada (sobre todo para lo que son los abusos del poder o el uso incorrecto de los fondos públicos, nepotismo, tráfico de influencias, coalición de funcionarios, sobornos y demás), que difícilmente entre una gestión y otra se escape la existencia de grandes oportunidades para la cacería de brujas, pues como se respira, brujas vuelan con sus escobas y sombreros recolectores, en la gran mayoría de las instituciones del Estado.
Venimos insinuando con algunos titulares en las redes y desde hace varias semanas este enunciado: enroque corto y mate en seis, como la única alternativa que tiene el presidente Luis Abinader de lograr una re postulación exitosa.
Una de las leyes de las 48 que establece el libro las 48 leyes del poder indica claramente que hay que destruir totalmente al enemigo. Aunque el general Sun Tzu en el arte de la guerra sugiere no desgastarnos en una guerra sin fin.
Coqueteando con esta danza en el tablero, en ese tira y afloja, parece el presidente bailar, pero ahora como un profesional de este noble arte.
Entre un extremo y el otro dice: Aun no he dicho si voy aspirar; pero en el otro, todas las acciones en el tablero de ajedrez apuntan a defenderse con el enroque y a posicionarse para un mate en varias jugadas ineludibles.
Al parecer el conocimiento que es poder, más el poder que da estar en el poder, otorga el poder legitimo para imponer el imperio de la ley y como decía un ex presidente, dejar que la justicia actúe libremente.
Una de las estrategias aliadas de este enroque corto implica limpiar la casa, de todos aquellos funcionarios que no han dado la talla, que han irritado a la sociedad dominicana o que han malversado fondos, que aunque pueden ser muchos, al parecer no serían todos, los compromisos políticos se imponen. Pero esto serviría para dar el ejemplo y dejar claro, que la lucha contra lo mal hecho es contra todas las conductas, sin importar la parcela política, aunque sea la propia.
Por ahí pululan casos y escándalos ya conocidos por todos que lucen quedaran impunes porque no son hijos de machepa. Ese tablero con el pueblo dominicano es el más difícil de jugar.
Y por otro lado exponer al juicio público las maldades de los principales opositores y aliados, con expedientes que hablan por sí solos.
El enroque corto ya está hecho. Las jugadas de mate en tres implican la selección obligada de ¿cuál será la dama a capturar primero? y de ser necesario sacrificar a su propia dama.
La vida del rey en un juego de ajedrez es un semáforo que indica si se prosigue o si todo ha terminado.
A veces se dan jugadas que atentan contra la defensa misma del rey. Y de esas jugadas erráticas del mismo rey “en su curva de aprendizaje”, el pueblo ha conocido bastante. Y aunque se dicen han sido frecuentes, no se mantiene una distancia tan grande como para que pueda ser equiparada, y que la reelección del presidente Luís Abinader no pueda concretarse. Una vez lo dijimos y hoy lo reiteramos: el rey tiene un pajarito en el puño (el pueblo dominicano) si lo aprieta lo deja si vida, si no lo aprieta y lo abre suavemente este volara hasta llevarlo a la victoria.
Pero sería inevitable e impostergable comenzar a sacrificar reinas en cinco tableros distintos, pues es una simultánea el estilo de la danza o un experto espadachín, que tendrá que bailar el presidente Abinader, para no verse entregando la ñoña el 16 de agosto del 2024.
Por Julián Padilla
