Los videos están prestando un extraordinario servicio al combate contra el crimen y los abusos en muchos países, incluyendo a la República Dominicana.
Aquí, por ejemplo, la implementación del sistema 911 que ha instalado cámaras en el Distrito Nacional, Santo Domingo, San Cristóbal, Santiago y Puerto Plata, está dando una cobertura valiosísima para dejar grabados actos en los que se pueden ver víctimas y victimarios.
Lo mismo ocurre con las imágenes que recogen los teléfonos inteligentes de la ciudadanía y las cámaras particulares. Esta dinámica se ha convertido en un verdadero periodismo ciudadano que nutre a los medios y permite ampliar el impacto de estos hechos y hacer que las autoridades reaccionen.