El trágico final del presidente ecuatoriano, doctor Jaime Roldós, de su esposa, el ministro de defensa y otros funcionarios, ha conmoví do a la comunidad latinoamericana, produciendo consternación en el país que gobernó suavemente durante 21 meses.
Los informes más autorizados parecen coincidir en que el avión presidencial sucumbió ante un mal tiempo, cerca de la frontera con Perú, a media tarde dominical.
El gobierno de Roldós se caracterizó por el sostenimiento de una política centrista, encaminada a afianzar la democracia y las libertades políticas en Ecuador, después de inestabilidad política caracterizada por gobiernos militares de fuerza, período en que ese país se convirtió en exportador de petróleo.
Electo con la mayor cantidad de votos obtenidos por un presidente ecuatoriano, Roldós hubo de enfrentar una guerra limítrofe con Perú y un embargo comercial de Estados Unidos.
Deja como sucesor a su compañero de boleta electoral, el vicepresidente Osvaldo Hurtado, un dirigente democristiano de vocación firme mente democrática.
Precisamente, al asumir el poder, Hurtado pidió a sus compatriotas que como homenaje al mandatario trágicamente desaparecido contribuyan a consolidar la democracia.
Ese sería el mejor de los homenajes, por el que formulamos votos desde aquí, donde tuvimos a Roldós de visita en 1979, poco antes de 1- 3 – su asunción al poder, y donde irradió su simpática personalidad, de político joven, vibrante y consciente de las grandes tareas latinoamericanistas.
Satisfactorias declaraciones del jefe de la PN
La nación debe recibir como esperanzado ras las declaraciones ofrecidas a EL NUEVO DIARIO por el Jefe de la Policía Nacional informando que comisiones de oficiales recorren el país requiriendo a los miembros de la institución que ajusten su actuación a las leyes y los reglamentos policiales.
Igualmente, positiva es la seguridad ofrecida por el mayor general Paulino Reyes de León de que la Policía Nacional se mantendrá al margen de toda ideología y partidarismo político, y que alejará aún más el grupismo que tanto daño hizo a las instituciones armadas en el pasado.
Esas declaraciones y la fluidez con que la jefatura policial ha investigado, incluso personalmente, el reciente de Duvergé, en que agentes del orden sobre una multitud, debe disparar los temores expresados por algunos sectores en el sentido de que ha una escalada represiva.
Esperamos que las instrucciones impartidas por el general Reyes de León lleguen sin ningún género de dudas a todos sus subalternos. De esa forma no habría que lamentar excesos, como e acaecido la tarde del sábado en Puerto Plata cuando agentes policiales irrumpieron en la emisora Radio Libertad para arrestar al director de su noticiario y a varios locutores.
La acción tuvo como motivación – según informó el diario La Noticia ayer – un disgusto policial por una información crítica difundida por el medio informativo.
De abierto carácter ilegal, puesto que la ley 6132 sobre expresión y difusión no prevé ese tipo de represión, la acción, empero, fue rápidamente rectificada con la libertad de los detenidos.
Confiamos que la Policía Nacional seguirá profesionalizándose y cada vez estará más decidida a cumplir su misión de defender el orden público, la propiedad y los derechos ciudadanos. Para ello es preciso que el cuerpo mismo sea un modelo de acato a la ley a los mandatos constitucionales.
Mientras tanto, felicitamos al mayor general Reyes de León por el interés que ha manifestado en proseguir la profesionalización de la P. N. y en garantizar los derechos cívicos.