Desde el 2015, el feminismo reivindica que se puedan enseñar los senos femeninos en Instagram y otras redes sociales, con escaso éxito. ¿Se trata de un tema que limita la libertad de expresión de las mujeres o que socava su intimidad? El problema de este asunto es que no solo afecta a la persona que lo practica, sino que puede molestar a terceros por la reacción que causa en los demás. Por ejemplo, deseo sexual; y esto puede llevar a casos extremos como los tocamientos o las violaciones. El debate está servido.
La supuesta falta de perspectiva de género que afirma el movimiento feminista sobre el tema es un arma de doble filo y un argumento tramposo. El que mira no es el que cambia la realidad, sino la biología y la sociedad en la que se vive. El cuerpo de la mujer no es un objeto, es parte de un todo complejo que también incluye al sexo, muy lejos de argumentos como los de la británica Laura Mulvey creadora del ¨male gaze¨(mirada masculina) que presenta a las mujeres como objetos de deseo para el placer masculino. ¿Tienen el mismo significado los senos de hombres y mujeres en las sociedades occidentales? Las tetas (senos, mamas, pechos, domingas, etc) están hipersexualizadas en la sociedad moderna. No es del todo cierto decir que la mirada patriarcal es la que censura los pechos.
Topless, traducido literalmente del inglés significa ¨sin la parte superior¨. Popularmente se refiere a que una mujer vaya, en público, enseñando los senos. En muchos países occidentales se ha puesto de moda en playas y piscinas. También se llama así a los bares en los que las camareras trabajan enseñando los pechos.
El topless nació como una practica liberadora asociada a los derechos femeninos, es decir, muy vinculada al feminismo. Las personas más mayores todavía recuerdan a la famosa actriz Brigitte Bardot haciendo topless en una playa de Saint Tropez en el año 1960. Enseñar los pechos se convirtió, voluntariamente, en un acto de protesta social contra el machismo durante la segunda mitad del siglo XX.
En la década de los sesenta del siglo XX, el activista homosexual Rudi Gernreich, diseñó una prenda para que las mujeres pudieran enseñar la parte superior del torso, al que llamó Monokini. Esta vestimenta ahora se conoce como braga de bikini individual. En aquella sociedad, esa vestimenta, generó un escándalo sin precedentes. En años recientes, el trikini se ha popularizado en la comunidad musulmana.
Muchos gobiernos de la época, entre ellos el régimen de Francisco Franco, calificó la vestimenta como ¨atentado a la moral pública¨, algo impúdico y obsceno en aquella época. La artista surrealista Gala Eluard tomaba el sol con los pechos al aire en Torremolinos, algo no bien visto, mayoritariamente, por una sociedad española muy tradicional.
La polémica del topless no ocultaba la doble moral de la época en la que la artista Josephine Baker bailaba, desde los años veinte, semidesnuda. Solo cubrían sus partes intimas unos exóticos plátanos. No era caucásica; y eso escandalizaba menos. Era una chica exótica que quedaba fuera de los límites morales de la época. Durante los años setenta, muchas mujeres comenzaron a practicar topless como ¨acto de protesta¨ contra la desigualdad entre hombres y mujeres.
En Facebook e Instagram está prohibido enseñar los pezones femeninos. Los masculinos, No. Cuando algunas mujeres cuelgan fotos en estas redes sociales enseñando los senos, se les aplica una especie de censura con un emoji que puede ser una estrella o un garabato tapando el pezón.
La hija de Bruce Willies y Demi Moore, inició una cruzada contra Instagram para que cambie su política sobre el tema sin resultados concretos. Incluso el ex alcalde de Nueva York, Bill de Blasio (Demócrata-Progresista) quería eliminar a las personas en topless de Times Square. Famosos como Rihanna, Rosalía o Kylie Jenner, han entrado en la polémica del topless. En los Grammy Latinos del 2019, la cantante chilena Mon Laferte se presentó con un mensaje escrito en sus pechos. ¨En Chile, torturan, violan y matan¨. Aunque no mostró sus pezones como establecen las reglas de la red social Instagram, el hashtag de su nombre fue silenciado por violar las normas de uso.
El famoso incidente de Janet Jackson, sin quererlo, reavivó la polémica entorno al topless femenino. En Rochester, las Siete Topfree fueron arrestadas por ir en topless en un parque en 1986. El grupo que más éxito ha tenido enseñando los senos, es el ucraniano Femen, que desde el 2008, protestan contra el machismo, el tráfico de personas, el turismo sexual o la influencia de la religión en las políticas públicas. El hecho de que las activistas sean delgadas y blancas, resulta contradictorio ante la diversidad de las mujeres y las diferencias culturales y religiosas en todo el mundo.
La tunesina Amina Sboui fue encarcelada por mostrar sus pechos en Facebook. El caso provocó varias protestas de activistas feministas desde Europa hasta Brasil. Varios países bautizaron las protestas como ¨Yihab en topless¨. La web de la organización Femen, fue jaqueada y sus representantes recibieron amenazas como estas: ¨Os cortaremos las tetas y las daremos a nuestros perros para que se las coman¨. Según la Convención de 1979 de la ONU hay que eliminar todas las formas de discriminación contra la Mujer.
En España, está permitido hacer topless, sin embargo el tema ha provocado varias polémicas ya que la ley no es muy clara al respeto. En Cataluña, el Sindic de Greuges (Defensor del Pueblo) calificaba la normativa de las piscinas de discriminatoria, ya que no existe sobre la vestimenta de los hombres. En la práctica, la prohibición o autocensura se lleva a cabo de manera generalizada.
Hace unos años, en la Atmella del Vallés (Barcelona) dos mujeres fueron expulsadas en verano de una piscina municipal por hacer topless. El asunto terminó en un referéndum, unicamente femenino, sobre el topless en las piscinas del municipio. El 61% de las mujeres mayores de 16 años votaron a favor de mostrar o no su cuerpo. Evidentemente no era un referéndum vinculante.
Desde el Ministerio de Igualdad se reivindica el derecho a hacer topless porque se asocia a un avance del conservadurismo. Una afirmación peligrosa y con muchos matices. En el ámbito de la Generalitat de Cataluña, no existe una regulación específica sobre la indumentaria que deben utilizar las personas usuarias de las piscinas públicas. Resulta contradictorio que esté permitido el nudismo en la vía pública. El nudismo es un asunto diferente al topless, por eso se habilitan playas nudistas. Lo curioso del caso es que las normas en las piscinas hacen referencia al exceso de ropa, por ejemplo, el burkini. No existen prohibiciones contra el slip o el tanga para los hombres porque cubren los órganos sexuales como en las mujeres. El motivo para prohibir el burkini es por razones de higiene, generalmente, aunque también existen motivos xenófobos.
La plataforma ¨Mugrons lliures¨ (pezones libres) realizó una queja contra el Ayuntamiento de l’Atmella del Valles (Cataluña-España) para cambiar la normativa. Esta organización fue la primera de España en conseguir eliminar finalmente la prohibición en las piscinas municipales.
Es innegable que el sexo vende. Este es el motivo por el que, en general, tanto las actrices como las cantantes, eran bellas o guapas. Está claro que se trata de una perspectiva hetorosexual y masculina que hemos normalizado. Argumentar que los que puedan sentirse atraídos miren hacia otro lado es simplificar en exceso el tema. Para los hombres heterosexuales, los senos son atributos sexuales, y muchas mujeres son conscientes de ello. Culpar a la cultura o a la religión, es hacer trampas al solitario.
Hasta la pubertad, los niños y las niñas comparten lugares de baño (playas, ríos o piscinas) sin cubrirse los pechos. No existe una razón de peso para cubrirse, si no tenemos en cuenta a los pedófilos. No es que las mujeres sean sexualizadas por sus senos, sino que se trata de una cuestión biológica. A partir de una determinada edad los senos femeninos se desarrollan (crecen) y se convierten en atributos sexuales. Los senos femeninos son considerados símbolos de belleza, erotismo, sexualidad y fertilidad. Todos recordamos los antiguos corsés o los escotes exagerados de épocas pasadas. Hablando en plata, los senos femeninos son objetos de atracción sexual por naturaleza. La excitación sexual que producen los senos está conectada con nuestro cerebro. El contacto y la estimulación mamaria mediante los pezones activan áreas del cerebro, vinculadas con los genitales. Se trata de un asunto que relaciona biología y cultura. La atracción sexual por los pechos está relacionada con la reproducción.
En Italia, en 1977, dos chicas de Voltri (Génova) fueron absueltas de una denuncia por hacer topless. El caso sentó juridisprudencia. Algunos lugares costeros, a modo de cachondeo, pusieron la condición de que las únicas que podían hacer topless eran las mujeres con ¨lindas tetas¨. En Italia se permite legalmente desde el 2000, pero se practica poco. Se considera ¨ultraje al decoro público¨.
En Brasil, se permite el topless en los carnavales, pero no supuestamente en las playas. Está penado con prisión o sanción económica. Sin embargo es muy frecuente ver tangas de lo más pequeño posible llamados ¨Hilo dental¨. En países como Chile o El Salvador hay permisividad para el topless, pero pocas mujeres lo practican. En el pasado, en Chile, mostrar los pechos se considera ¨ofender el pudor o las buenas costumbres ¨ lo que constituía una falta o multa. En la República Dominicana, solo lo practican algunas turistas.
En Canadá, concretamente, en la ciudad de Waterloo, para ser más específicos, la policía obligó a tres mujeres que montaban en bicicleta con los pechos al aire a cubrirse. En Ontario, al contrario, el topless es legal desde 1996. Ante este problema, en Chile, se han habilitado playas como las playas Luna donde se puede practicar topless. En Dinamarca y Suecia se puede estar desnudo en plena calle siempre y cuando los demás no se sientan ofendidos o molestos. En Francia, el número de mujeres que practican topless disminuye en parte porque los franceses de origen inmigrante son culturalmente más puritanos. Cerca de un 40% considera que enseñar los pechos en público es impúdico. La media mundial de las mujeres que hacen topless estaba hace pocos años en el 20%. Supuestamente, en España, el 42 % ha practicado topless en algún momento. Las holandesas son las que más lo llevan a cabo. En países como Irán, tienen ¨policía de la moral¨ para que las mujeres cumplan con el código de vestimenta musulmán, principalmente el uso del Hiyab. El topless es casi un pecado.
Durante muchísimos años, la publicidad y el cine, han utilizado los senos como reclamo para vender infinidad de productos. No es que el Capitalismo sexualice a las mujeres, es que algunas partes del cuerpo son órganos sexuales que llaman la atención a los miembros de la especie como símbolos sexuales. Como los seres humanos somos conscientes de su poder, los senos se han utilizado para muchos objetivos en Occidente. Como reclamo sexual, contra la censura, para protestar, para pedir libertad, para la supervivencia o como lenguaje. Existen mujeres que quieren practicar topless por comodidad, otras por conseguir un bronceado más homogéneo. ¿Se excitan las mujeres lesbianas cuando ven unos lindos senos?.
Para mi, la verdadera igualdad consiste en que cada mujer decida enseñar o no, por si misma, los senos o su cuerpo. Esto nos lleva a una paradoja. Una mujer puede enseñar sus senos voluntariamente (y eso es progresista) y la gente puede mirar, pero cuando es un medio de comunicación el que los exhibe, se habla de ¨cosificación de la mujer¨. ¿Qué hacemos cuando alguien le mira los senos a una mujer que hace topless?. Pasar, recriminárselo, expulsarlo, etc.
Los pezones femeninos y por extensión los senos se convierten en una atracción sexual para el sexo masculino, y las mujeres son conscientes de ello. Los senos o las tetas son ¨atributos sexuales femeninos¨. En los hombres no lo son tanto. Una cruda realidad, por más que nos quieran hacer creer lo contrario las ¨feministas espaciales¨, es decir, aquellas que no tienen los pies en la Tierra. Para algunas feministas el topless está relacionado con el control masculino sobre el cuerpo femenino. En el fondo se trata de un asunto más complejo.
¿Cuántas páginas de senos masculinos hay en Internet? Creo que ninguna. Las webs con imágenes de senos femeninos son miles. Esto confirma que no provocan el mismo interés sexual.
¿Cuáles son los atributos sexuales mejor valorados por hombres y mujeres? Las mujeres valoran mucho la complexión física. Hombres altos y fuertes. La voz, el olor, la personalidad y la forma de moverse; es decir el lenguaje corporal. Es lo que vulgarmente se llama un hombre sexy o guapo en España. A los hombres les excitan más los pechos femeninos, el trasero, el cuerpo con forma de pera (caderas anchas), los labios carnosos y los ojos. Para los hombres y las mujeres lo primero que llama la atención son los atributos físicos, es decir, lo que vemos. Se cree que la forma de pera (cuerpo de triangulo o curvas de infarto) está relacionada con la fertilidad. Los escotes hacen que vuele la imaginación.¿Cuando algunas mujeres llevan escote, lo hacen para estar cómodas o para llamar la atención?. Puede que sean las dos cosas al mismo tiempo.
Hasta hace poco, se creía que los hombres calvos eran pocos atractivos para la mayoría de las mujeres. Según la Ciencia ahora los calvos son muy atractivos porque transmiten una imagen de masculinidad, poder, fuerza, liderazgo y experiencia. El hombre es un animal más complejo que otras especies. Es el único mamífero que otorga ¨valor sexual¨ a los senos. La excitación de los senos masculinos y femeninos no es equivalente. El hombre se excita al tocarlos menos que las mujeres.
Los senos de las mujeres están biológicamente relacionados con la química del cerebro masculino. Verlos, inconscientemente, excita a los hombres, hasta el grado de querer besarlos y tocarlos. La cultura nos enseña a controlar estos impulsos. Se trata de un tema evolutivo. La biología, la moda y la evolución explican en gran medida el interés de los hombres por los senos femeninos. Pensar en la lactancia y en la relación madre-hijo.
El tamaño y la formas de los pechos resultan atractivos para los hombres. Existen estudios sobre los pechos como los del biólogo Larry Young que argumentan que al tocarlos, se libera la llamada ¨hormona del amor¨, la oxitocina, y esto provoca que haya más deseo sexual de las mujeres y erecciones en los hombres. Se cree que en los humanos, los senos son un ornamento sexual según los biólogos evolucionistas. Hay, incluso, quienes creen que los senos son órganos sexuales porque nuestra cultura nos lo enseña.
Tradicionalmente el ¨topless natural¨ se asocia a culturas de climas cálidos poco desarrollados, como algunas tribus del Amazonas o de Papúa Nueva Guinea. En la cultura islámica, el topless está prohibido. De hecho, muchas mujeres, se bañan en las playas con el controvertido Burkini. En la India, cubrirse los pechos estaba asociado a las clases más altas. En general, llevar ropa o cubrirse está asociado a la civilización. En Europa y en América del Norte el topless comenzó a ser tabú durante la Ilustración.
Cuando una mujer era retratada con ambos pechos al aire, quería decir que era una amante o una prostituta. En la Época victoriana, entre 1837 y 1901, se prohibió el topless en el Imperio británico, pero eso no impidió que se generalizaran los exagerados escotes en toda la sociedad, pero principalmente en las clases altas. Como dato curioso, hay que recordar que la desnudez masculina, de cintura para arriba, no se legalizó en EE.UU hasta 1936. Durante muchos siglos, en Occidente, mostrar los senos ha ido ligado a la palabra ¨decencia¨. En el pasado, tanto en esculturas como en pinturas se ocultaban los genitales con trozos de tela, hojas o con las manos.
En la actualidad, es legal ir en topless en Nueva York, ya que el Tribuna el Supremo de ese estado así lo decretó. En otros estados de USA como Utah, Indiana o Tennesse, está prohibido el topless. En Australia, aunque no está prohibido, está en clara regresión. En Asia, salvo en contadas excepciones, está prohibido hacer topless.
Cuando creíamos que la sociedad avanzaría hacia más libertad y permisividad, nos encontramos que en algunos temas involucionamos. Es innegable que las jóvenes hacen cada vez menos topless que otras mujeres de décadas anteriores. El topless creció mucho durante las décadas de los ochenta y noventa.
A nivel mundial, el topless está en decadencia por múltiples factores. Algunos, como la revista francesa ¨ELLE¨ atribuyen la disminución al cáncer de piel. Según The Guardian el problema radica en las imágenes sexualizadas de mujeres que circulan por Internet. Se trata por tanto de un problema de intimidad. Es lo que se conoce como la cultura del ¨Pop-porn¨. Con tantos teléfonos móviles es muy fácil que las imágenes intimas terminen circulando por la red y sean vistas por desconocidos o por personas que no quieres que vean tus partes intimas. A esto se le llama hoy día, ¨violencia tecnológica¨ que puede desembocar en chantaje o acoso.
Autoprotegerse conlleva perder libertades. Si no puedes controlar a los mirones, te proteges tu. Las dos cosas no pueden ser al mismo tiempo. Puede que sea una cuestión de modas. Ahora se lleva enseñar los glúteos (el culo, trasero, etc). Existen incluso concursos de twerking o perreo.
Existen muchas mujeres que quieren exhibir sus senos, pero también hay otras que quieren preservar sus partes intimas lejos de las miradas curiosas. El hecho es que no todas las mujeres tienen que pensar igual. Y esto nos lleva a que aunque hacer topless se convierta en un derecho, se trata de una elección personal, algo muy subjetivo que debemos de respetar como sociedad plural y diversa. Es un error intentar imponer nuestro criterio partiendo de una ideología radical. Una dictadura defendida desde lo ¨politicamente correcto¨. Esto nos aboca a confundir los límites entre el feminismo y el hembrismo. El primero defiende la igualdad entre hombres y mujeres, el segundo defiende una actitud de superioridad de las mujeres sobre los hombres.
Antropólogos, sociólogos, psicólogos y activistas tienen diferentes puntos de vista sobre el tema, sin embargo la cruda realidad es que disminuye el porcentaje de mujeres que lo practica, y eso merece una reflexión.
Por Alcides Pimentel Paulino
