- Porque la universidad es otra cosa
Cuando se habla de ese flagelo que ha causado tanto daño a la comunidad mundial, denominado terrorismo, se focaliza desde el punto de vista de aquellos actos criminales dirigidos contra un Estado y dirigidos o calculados para crear terror en la mente de una persona, de un grupo o del público en general”.
También se puede definir el terrorismo de Estado como la utilización de métodos ilegítimos por parte de un gobierno, los cuales están orientados a producir miedo o terror en la población para alcanzar objetivos o fomentar comportamientos que no se producirían por sí mismos.
Estas definiciones sobre el terrorismo, extraídas de los medios de la comunicación disponible virtualmente, nos obliga a la comparabilidad entre el daño terrorífico planificado y/o accionado para la desestabilización a través de agresiones estructurales y personales y el que se origina psicológicamente a una persona o grupo de personas a través de la difamación verbal planificada, que usa la sustentación en el concepto falso, de que una mentira repetida, se convierte en una verdad irrebatible.
La incidencia de los medios digitales de los últimos tiempos ha venido acompañada de la creencia de que todos/as tenemos el derecho a crear nuestra propia verdad y venderla como tal, aunque esté plagada de mentiras.
Nos vendemos como los artífices de una dignidad construida y vendemos a los demás con una satanización inverosímil pero que nos esforzamos para mercadearla convenientemente, perdiendo de vista la percepción del entorno y el reflejo del comportamiento del pasado.
Por muchas que sean las difamaciones construidas sobre arenas movedizas y el mercadeo de improntas inmerecidas, no habrá forma de mantenerlas en el tiempo.
“No puedes construir una gran nación o hermandad de hombres esparciendo odio y envidia”
- Margaret Thatcher
AUTOR: DR. PABLO VALDEZ
