Se ha querido apostar a que con la desaparición o captura de líder de las bandas haitianas Jimmy Barbecue, se terminará la violencia a la que tienen sometido el pueblo haitiano.
Como siempre, nos gusta partir por lo simple, y de repente los mismos promotores de la fusión de la isla, han sabido hasta proteger a ese personaje, para hacer avanzar los planes que se llevan a cabo y que con alta probabilidad, son parte de la razón de ser de estos movimientos, pero se le ha querido denominar como pandillero.
Desde esta lado de la isla, y habiendo visualizado tantos movimientos poco plausibles de las autoridades post Joaquín Balaguer, no nos cabe alguna duda, de que al parecer, eso que se llega a denominar como “el camino malo”, nunca fue cerrado, a pesar de que en ese momento, se impedía el ascenso de José Francisco Peña Gómez a la posibilidad de ocupar la primera magistratura del estado.
Existe un velo de misterio que lógicamente no tenemos la capacidad de debelar, relacionado a las razones que movieron desde el punto de vista geopolítico, el magnicidio que se ubica erróneamente como el punto de partida del surgimiento de las hoy denominadas pandillas.
Pero el tema haitiano no es un tema nuevo ni libre de complicaciones, complicidades, traiciones y actividades mercenarias, tanto de este lado como del otro lado de la frontera.
Tampoco es un tema que se detiene en los elementos históricos que siempre vienen a la memoria para recordar las fechas de nuestras guerras de independencia y la misma restauración de la república. Hay un serio tema económico, de dominación, neo colonización, supervivencia y acuerdos por debajo de la mesa inenarrables y posiblemente difícil de documentar.
Pero es evidente, que los recursos naturales que se reconocen existen en toda la isla, y que aprovisionan tanto a Haití como a la República Dominicana, son la fuente principal de la codicia de los que por cualquier precio, entienden que son mas explotables, si un solo gobierno, un solo pueblo, dirigiera los destinos de la Hispaniola y no dos estados, con dos culturas, dos gobiernos y dos visiones estratégicas de desarrollo.
Sin embargo, de una forma casi segura, la existencia de Jimmy Barbecue es mucho más significativa para el pueblo haitiano, que lo que se proyecta, como cabeza de una banda que mantiene la violencia y el terror en todo el país y en jaque potencial a toda la isla y “la región”.
Esa razón de existir de las actividades de terror y violencia que lleva a cabo Barbecue no desaparecerán, a pesar de su captura o muerte. Es más, ese último mensaje que se compartía en la prensa internacional, de que Barbecue ofrece un acuerdo con las compañías mercenarias que persiguen su derrota, difícilmente constituyan una solución definitiva a estos brotes de violencia.
No nos olvidemos, que esa violencia intrínseca que se muestra hoy en las calles de Haití, vienen mostrándose desde hace décadas. Es más, casi durante todo el siglo XX, y volverán a brotar y a constituirse en amenaza para cualquier gobierno que se instale allí, aunque el mismo surja del voto popular.
Pensar positivo no resuelve el hecho de que nos hemos perdido, cuando hemos utilizado un mapa equivocado pretendiendo llegar a un lugar especifico.
Podemos incluso ser súper eficientes conduciendo un carro súper veloz y moderno, y pretender llegar a la frontera, pero si para ello tomamos por dos horas la autopista las Américas, llegaremos al lugar equivocado.
Por más ánimos y mente positiva que tengamos, nos habremos perdido, llegaremos con toda seguridad al lugar incorrecto.
Si los problemas de raíz del pueblo haitiano no son abordados y resueltos, si las motivaciones reales que hacen que se haya mantenido esa “lucha” por parte de las bandas haitianas persisten, aún con la captura o muerte de Barbecue, la violencia continuara. Porque entonces surgirán otras personas, otros líderes, y nuevos relevos para que nuevos personajes sigan el ejemplo de Barbecue y se mantenga la violencia en Haití.
No importan los esfuerzos que haga la comunidad internacional, si acaso depone su desinterés real por el tema de ese pueblo. No importa la narrativa y la retorica manipulativa que insista tener la OEA y los mismos Estados Unidos sobre este tema. “A nuestro entender, no se trata de un negro sublevado que tiene una lucha personal que morirá con su muerte, es mucho mas de ahí”.
El prototipo de Barbecue está sembrado en el corazón y las aspiraciones de muchos que aún no salen al escenario. Y ahí no valen acuerdos internacionales, esta protesta perenne manifestada en violencia, terror y muerte, no tendrá término con la eliminación de la actividad del líder de las bandas. Jimmy Barbecue es parte del problema o parte de la solución, el vaso lo puedes ver medio lleno o medio vacío. Es tu decisión.
El prototipo de Barbecue ya tiene su antorcha, y la misma irá de mano en mano, de boca en boca y mientras respire un heredero de la lucha y ese espíritu guerrero en Haití, prevalecerá la violencia, esto independientemente de los efectos nocivos para la región, la isla, la paz en Haití y para las buenas intenciones que pudieran existir en la comunidad internacional.
Por Julián Padilla