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28 de diciembre 2025
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OpiniónAmérica PérezAmérica Pérez

El poder y la diplomacia en la elección papal

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La elección de un papa no es solo un acto religioso, sino también un proceso profundamente diplomático en el que convergen intereses teológicos, políticos y estratégicos. Desde el cónclave, donde los cardenales votan a puerta cerrada, hasta la influencia de distintas corrientes dentro del catolicismo, la diplomacia juega un papel crucial en la selección del líder de la Iglesia. Este proceso ha evolucionado con los siglos, adaptándose a los desafíos de cada época, pero siempre manteniendo su naturaleza hermética y simbólica.

Un caso reciente que ejemplifica los dilemas y tensiones dentro del Vaticano es la renuncia del papa Benedicto XVI en 2013, un hecho casi inédito en la historia moderna de la Iglesia. Su salida marcó el inicio de una nueva etapa en la que la figura de un papa emérito convivía con un pontífice en funciones, el actual papa Francisco. Esta situación despertó debates sobre el rol de los papas retirados y cómo su presencia podría influir en el liderazgo de la Iglesia.

La película de Netflix «Los Dos Papas» (2019), dirigida por Fernando Meirelles, dramatiza este cambio de era a través del encuentro ficticio entre Benedicto XVI y el entonces cardenal Jorge Bergoglio. El filme muestra las diferencias ideológicas entre ambos líderes: uno conservador, defensor de la tradición, y el otro, un reformista con una visión más abierta y progresista. Aunque la historia es en gran parte una interpretación artística, refleja los debates internos que han sacudido a la Iglesia en la última década.

La renuncia de un Papa es un evento extremadamente raro en la historia de la Iglesia Católica. Antes de Benedicto XVI, el último pontífice en dimitir fue Gregorio XII en 1415, en medio del Cisma de Occidente, un conflicto eclesiástico que llevó a la existencia de tres papas simultáneos. Para resolver la crisis, Gregorio XII renunció en favor de una reunificación de la Iglesia, demostrando cómo el papado ha sido históricamente un espacio de maniobra diplomática. El Papa es considerado el vicario de Cristo en la Tierra y líder supremo de la Iglesia Católica, encargado de guiar espiritualmente a más de mil millones de fieles y de dirigir las relaciones diplomáticas del Vaticano con el mundo.

En la actualidad, Francisco sigue enfrentando retos diplomáticos tanto dentro como fuera del Vaticano. Su edad y algunos problemas de salud han alimentado rumores sobre una posible renuncia, lo que ha reavivado las especulaciones sobre su sucesión. Entre los nombres que suenan como posibles sucesores están el cardenal Matteo Zuppi, visto como un moderado con sensibilidad social, y el cardenal Luis Antonio Tagle, quien cuenta con gran respaldo en Asia y se alinea con la visión de apertura de Francisco.

La Iglesia Católica sigue siendo una de las instituciones religiosas más influyentes del mundo, con una presencia significativa en la política y la sociedad de muchas naciones. Potencias como Italia, España, Francia, Polonia, Brasil y Filipinas tienen una fuerte inclinación católica, ya sea por su historia, cultura o número de fieles. En términos de reconocimiento oficial, el catolicismo es la religión del Estado en al menos 13 países, entre ellos el Vaticano, Argentina, Bolivia, Costa Rica, El Salvador, Liechtenstein, Malta, Mónaco, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y San Marino. Esto significa que la Iglesia Católica no solo tiene un papel espiritual, sino también una influencia en la legislación, la educación y la vida pública en estos territorios.

El reto de elegir a un nuevo papa no solo involucra cuestiones de fe, sino también de política internacional y equilibrios de poder. La Iglesia debe decidir si mantiene la línea reformista de Francisco o si retorna a una postura más tradicional. La diplomacia vaticana, con siglos de experiencia en estos menesteres, será clave en la construcción de consensos dentro del colegio cardenalicio.

El futuro de la Iglesia Católica está en juego en esta posible transición. La elección de un papa nunca es solo un asunto religioso; es un evento que impacta a millones de fieles en el mundo y que define el rumbo de una de las instituciones más influyentes de la historia. Como lo muestra Los Dos Papas, la diplomacia en el Vaticano es un arte complejo, donde la tradición y el cambio se enfrentan constantemente en la búsqueda de equilibrio.

Por: América Pérez.

Lic. Comunicación Social «Periodismo»
Magíster en Diplomacia y Derecho Internacional

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