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25 de diciembre 2025
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OpiniónFrancisco Rafael GuzmánFrancisco Rafael Guzmán

El Mito del Dumping del Acero

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Hoy veo una noticia en la prensa dominicana una noticia que nos parece que es un puro sensacionalismo mediático, inducido según nuestro parecer por los aprestos releccionistas que se incuban en el oficialismo perremeista. Se trata de que, al parecer, según da cuenta el Listín Diario en la página 20 de su edición impresa, la República Dominicana le estaba poniendo una prohibición a la importación de las varillas de acero desde Costa Rica por el dumping que tenían los fabricantes de allí y la Organización Mundial del Comercio (OMC) le dio la Razón a Costa Rica. La palabra dumping, que no es más que uno de los tantos anglicismos que se usan en la ciencia económica, se usa para referirse a las rebajas de precios que hacen los productores vendiendo productos por debajo de los precios convencionales del mercado o por debajo los “costos”, en un mercado extranjero, con la finalidad de atraerse ese mercado.

El acero sirve como sabemos de materia prima en la industria de la construcción, debido a su resistencia al amalgamarse el hierro con el carbón, por lo que es muy demandado en países como el nuestro para las edificaciones de viviendas, edificios comerciales y hoteles para los turistas. Sin embargo, algunos países como es el caso de España, ya que pese a tener hierro en Vizcaya aunque de mala calidad, no pudieron tener éxito con una revolución industrial temprana, como sí la tuvieron otros países de Europa. Pese a que metales como el hierro -a partir del cual se elabora acero- se están escaseando debido a que grandes cantidades del mismo se han extraído de sus yacimientos, siguen siendo muy usado. Tan sólo pensemos el hierro y el acero que ha utilizado la industria automotriz en la construcciones de tantos vehículos de motor, aunque hay reciclamiento de hierro de algunas de las chatarras, pero más de 1, 100, 000,000 de automóviles por calles, carreteras y caminos, tan sólo los Estados Unidos debe tener entre 250 y poco menos 300 millones de autos circulando por más de 6 millones de kilómetros y carreteras que tiene en todo su territorio; un millón de norteamericanos habían perdido la vida en accidentes de tránsito aproximadamente hacia 1950.

Según Isaac Deutscher, en su obra: La Revolución Inconclusa, al cumplir 50 años en 1967 la Revolución Rusa, ya la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) producía más de 100 millones de toneladas de acero, en lo que estaba por encima de Estados Unidos. Hace unos años, ya Corea del Norte producía unos 15 millones de toneladas del mismo. Al parecer la OMC les dio la razón a los fabricantes costarricenses o ticos, como también les llaman, en su oposición a la prohibición de dominicana de importar acero más barato de Costa Rica para las obras de construcción. Quien escribe, siendo profesor activo en la UASD, le pregunté al ex presidente Leonel Fernández poco antes de ser proclamado candidato para 1996, después de del ex presidente (todavía no era ni candidato) hablar en la Primada de América de la necesidad de promover la industria, sobre cómo se podía hacerlo si entraban tantos productos importados al país, este me dijo que con una ley antidumping. La verdad es que parece como que ningún gobierno ha podido aplicar una ley antidumping en la República Dominicana, después que se negoció con el FMI, ni creemos que con lo de la varilla se de una intención generalizada del presidente Abinader.

Quien escribe tuvo en sus manos el programa de gobierno del PLD para 1994, el cual incluía una ley antidumping, todavía Bosch era el candidato presidencial de ese partido, pero poco después de la conversación con Leonel, el programa de gobierno de ese partido para las elecciones de 1996 ya no incluía la ley antidumping. En todo caso, si hubiese existido una ley antidumping, el presidente Fernández no hubiese podido importar pollos y huevos baratos y los perredeistas (hoy perremeistas) dueños de granjas avícolas le hubiesen hecho la vida imposible desde su primer gobierno, con las alzas en precios de pollos y huevos. Nadie sueñe con bonanzas para el país pensando en la actitud de Abinader, como tampoco con el libre comercio.

Lo primero es que si bien un país no se puede quedar sin producción, aunque la producción no debe estar en manos del gran capital privado, ya que sólo serviría para los grandes burgueses o grandes empresarios se llenen sus fauces y viseras como si fueran monstruos. Si los grandes empresarios valiéndose de la existencia de una ley antidumping quieren vender caro, enseguida van a perjudicar a los consumidores, sobre todo, a las clases populares. Ahora bien, si fueran empresas estatales las que vendieran el producto o hubiera controles de precios, como los había antes de las negociaciones con el FMI, entonces no se perjudicaría al consumidor.

Según acaba de informarme un familiar dueño de ferretería, los Vicini tienen inversiones en Metaldom, empresa que fabrica y vende o solamente las vende (puede ser que ahora solo importe de otros países o la procese fuera de aquí, pero no en Costa Rica) varillas de acero.

Entonces, resulta fácil entender a quién o a quienes defendería a Abinader dejando de importar acero de Costa Rica. A grandes empresarios dominicanos, no sólo a los Vicini. Esto puede hasta guardar relación con sus posibles pretensiones de reelegirse. Creemos que se pretende hacer una campaña reeleccionista, por parte de los partidarios de la reelección para atraerse a los grandes empresarios vinculados al negocio del acero, con la divulgación de esto porque en este caso no se trata de promulgar una ley antidumping.

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