El Partido más grande y destructor es el de los mediocres y lambiscones, cuidémonos de ellos, que son fuertes, predominan en mayoría en todos los países y en todos los lugares y en todos los partidos.
Ellos, te enfrentan con todo tipos de armas, menos con Ciencias y con Conciencia, porque no razonan para el bien común ni ven más allá del interés personal de ellos y sus titiriteros. Le aterra pensar en favor del bien colectivo…
Si te encuentras en cualquier escenario y, ves como arremeten en manadas, gavillas y malandrines, considéralos como parte del programa, prosigue hacia delante que ellos son parte del mundo en que se alimenta las maleza humana.
Jamás claudicar ni te deje vencer por la mediocridad y la lambisconería, ellos también Dios le tendrá y el pueblo algún tiempo no lejano su recompensa.
Sí, el mundo de hoy nos indica que los puestos eminentes, los trofeos, y placas de reconocimientos son como la Cima de los peñascos, que para llegar a ellos solo hay que arrastrarse, la verdadera medalla será obtenida a través de una luz que se encuentra al final del túnel.
En un momento de la existencia, llegará el espacio donde la vida misma te diga que hay que hacer un alto, una parada en el camino.
Es, a partir de cuando llega la felicidad plena que descansa en la satisfacción del deber cumplido.
Por Leandro Ortiz de la Rosa
