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27 de abril 2024
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OpiniónManuel Hernández VilletaManuel Hernández Villeta

El mazo de Pompeo

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El fantasma de la derecha se posesiona en la vida política de América Latina. Una especie de primavera tropical acorraló a los gobiernos progresistas del continente, y los sacó del poder en forma inclemente. El golpe de Estado institucional ha sido la forma de cambiar el panorama social de latinoamérica.

La injerencia directa de los Estados Unidos ha tenido una gran responsabilidad en los cambios que se dan en la zona. Lejos se está de la llamada era de los gorilas, donde los gobiernos militares, o de civiles de puño de hierro, fueron la norma en la era perdida de los sesenta y los 70

De un día para otro parecía que se palpaba un renacer en el continente, surgiendo gobiernos progresistas en varios países, los cuales trataban de realizar mínimos cambios sociales. Ni siquiera se ponía en peligro al sistema, sino que se intentaban amortiguadas transformaciones.

Hoy solo queda de esos gobiernos el de Venezuela y el de Bolivia. Los chavistas tratan de sobrevivir a como dé lugar, enfrentando la presión de los norteamericanos que los quieren fuera del poder. Mientras que en Bolivia, Evo Morales quiere capear el temporal ganando las próximas elecciones generales.

El golpe de Estado institucional permitió poner fin a los neo-izquierdistas del Brasil. Se sacó a la presidenta  y se metió preso a Lula. Después de un tiempo en el gobierno, parece que a esos partidos de masas  se les fueron las agallas y perdieron la capacidad de movilización y de lucha. Lula, encabezando a uno de los mayores grupos de masas del continente, fue detenido y cumple en solitario una prisión.

De Cuba  hay poco que hablar. Luego de la salida de los Castros se trata de hacer una labor de reingeniería y apertura. Sigue el bloqueo norteamericano, mientras que  se abre la sociedad y llegan los negocios y las iniciativas privadas, con pleno control del partido.

En la reciente lucha por la reelección, los dominicanos sufrieron de nuevo el poder de la injerencia norteamericana. La llamada de Mike Pompeo a Danilo Medina jugó un papel estelar en el desenlace de la crisis. Luego del discurso de Danilo, Pompeo remitió una comunicación de un largo párrafo al presidente dominicano.

Los norteamericanos dan demostraciones de que tienen el control del accionar en la vida política nacional. No es nuevo. Desde hace muchos años, los norteamericanos han puesto en el gobierno a dictadores, a déspotas ilustrados, a seguidores fieles.

Los dominicanos rechazan ese tipo de injerencia. Para vencer la rebeldía y protesta nacional los norteamericanos han invadido la República Dominicana en dos ocasiones. Pese a la diferencia militar y de recursos, los nacionales han tomado las armas para enfrentar a los violadores de nuestra soberanía. Los asuntos dominicanos tienen que ser resueltos por los dominicanos, y no por halcones como Mike Pompeo. ¡Ay!, se me acabó la tinta.

Por Manuel Hernández Villeta

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