EL NUEVO DIARIO, BANGKOK.- Más de 375 millones de personas padecieron hambre durante el 2020 en Asia-Pacífico, un aumento de 54 millones o el 17 por ciento con respecto al año anterior, en parte debido al impacto de la covid-19, según un informe presentado este martes por la ONU.
El informe, realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, siglas en inglés) y la agencia de la ONU para la infancia (Unicef), agrega que más de 1.000 millones de personas no tuvo acceso adecuado a alimentos en 2020, un aumento de 150 millones en relación al año previo.
La prevalencia de la desnutrición en Asia-Pacífico bajó del 14,3 al 7,5 por ciento entre 2000 y 2019, pero volvió a subir al 8,7 por ciento en 2020.
Algunos de los países con mayor prevalencia de desnutrición en la región son Corea del Norte (más del 40 por ciento), Afganistán (más del 25 por ciento), Papúa Nueva Guinea (casi el 25 por ciento) y Timor Oriental (más del 22 por ciento).
«Mientras que no es posible cuantificar el daño realizado por la covid-19 a la seguridad alimentaria y la nutrición, la pandemia ha tenido un impacto importante en la región», indicaron la FAO y Unicef en un comunicado conjunto.
Sin embargo, las agencias señalaron que la pandemia ha afectado a la alimentación debido a las restricciones económicas, el empeoramiento de la actividad comercial y la interrupción de las cadenas de suministro alimentarias.
Esto se suma a que en los últimos años no ha habido progresos en la reducción del número de personas desnutridas y de niños con retraso de crecimiento en Asia-Pacífico.
No obstante, la FAO y Unicef indicaron que las ayudas sociales de los Gobiernos durante la pandemia han ayudado a paliar los efectos de la covid-19, al tiempo que pidieron que las autoridades se centren en las necesidades de las comunidades más vulnerables como los indígenas y los pequeños agricultores.
