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25 de diciembre 2025
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OpiniónFrancisco Rafael GuzmánFrancisco Rafael Guzmán

El gobierno de Abinader apuesta a la devastación del país

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Pardiez señores funcionarios y autoridades militares y policiales no pretendan tapar el sol con un dedo, porque la verdad de las malas y perniciosas acciones no las pueden ocultar. Esto se evidencia con los hechos ocurridos muy recientemente en las protestas contra las acciones de la empresa minera Barrick Gold, donde la fuerza pública actuó con tanta brutalidad contra quienes protestaban porque se le prohíba a dicha empresa acabar con las fuentes de agua, lanzando bombas lacrimógenas que hasta perdió la vida uno de los que protestaban, cuyo nombre era Jesús Tejada.

Aquí se está apostando a un juego muy peligroso, lo que parece ser un pillaje de los recursos naturales que parece nos llevará a tener un caos en el país, porque lo que pareció en otros tiempos un vergel o tierra de promisión se convertirá en un páramo o desierto. A quien escribe estas líneas para publicarlas como artículo en El Nuevo Diario no le sorprende lo que está pasando en nuestro país con este gobierno, porque no hay que ser un gran científico o no hay que ser un mago y tener aciertos en sus predicciones, acudiendo a los oráculos previamente, para uno entender lo que está pasando y que era muy probable que ocurriera como está ocurriendo.

Digo esto así, porque llegué a pensar desde que comenzó el movimiento cívico Marcha Verde que este iba a ser utilizado por el PRD, porque este lucía débil para poder sacar al PLD del poder político, al tener el PRD una crisis; para poder lograrlo siguieron utilizado Marcha Verde y, al mismo tiempo, para sacudirse de la crisis interna los más notables dirigentes del PRD crearon un partido bastardo (PRM), a partir de la personería jurídica del partido Alianza Social Dominicana (anteriormente denominado Alianza Social Demócrata) y así pudieron ascender al poder suplantando al PLD. Abinader y su cohorte de funcionarios están permitiendo que sean esquilmadas todas fuentes de recursos no renovables y destruyendo toda posibilidad de revivir las fuentes de recursos renovables, sin regular para nada la inversión de los capitales sobre todo de los grandes capitales, en las grandes inversiones, sin poner impedimento.

Estamos ante un gobierno que es el depredador por excelencia de los recursos naturales y con la tendencia a convertir el país en un páramo, donde en los terrenos se construyan edificios de vivienda o para otros fines sean yermos, pero tierras de cultivos. Es un gobierno encabezado por un presidente que al momento de tomarse decisiones quiere centralizarlo todo como si las decisiones dependieran exclusivamente de él, aunque a veces quiere aparentar que es flexible porque echa para atrás decisiones que había decidido él, pero por entender que se quitaría presiones y que la gente lo vería como flexible, pero más bien no es más que un manejo mediático para tratar de retener el poder político.

Lo que ocurre en este gobierno es que tal vez haya sido el menos planificador de todos los gobiernos, porque parece que lo que vive es ejecutando acciones, pero parece que ni los objetivos ni las metas están claras, se establecen prioridades, no se piensa mucho en los recursos disponibles, porque parece que todo se quiere hacer endeudando al país y mucho menos se hacen cálculos de los costos sociales.

Según informaciones aparecidas en internet hacia el 2025 en República Dominicana tiene aproximadamente 3,6 millones de viviendas y cuenta con una unos 11,3 millones de habitantes, mientras que cuenta con unos 19,000 kilómetros de carreteras y caminos y sobrepasa ya los 6,000,000 de vehículos de motor, incluyendo motocicletas, carros, camiones, autobuses y jeeps. Se sigue permitiendo al sector privado que siga construyendo donde quiera sin importar que se acaben las tierras de cultivos, incluso las que tienen los suelos más fértiles como son las de Moca, parte de Santiago y Salcedo, con una gran capa de humus negro, terrenos muy escasos en el mundo. Da pena ver como se construyen por doquier alegremente urbanizaciones con edificios altos y bajos, lo vi eso en Juan López, una comunidad de Moca, donde se han construido urbanizaciones (hasta hoteles) y antes había tantas parcelas de cultivos. Los vehículos de motor que tenemos casi no pueden circular en un país pequeño como el nuestro, las vías de circulación no son suficientes, pero tampoco podemos dedicar las pocas tierras que tenemos para llenarlas de carreteras, estas son muchas para las pocas tierras que tenemos pero pocas para la circulación de los carros y vehículos de motor que tenemos y deberíamos reducir la cantidad de vehículos circulando, si de tener orden se trata.

La planificación debe partir desde el Estado, la empresa privada no es la que debe poner el orden si no el Estado. No podemos acabar con las tierras de cultivo, el crecimiento de la población debe ser frenado, lo que no quiere decir que no haya nacimientos, pero deben ser menos. Estos son asuntos que deben partir de una política de Estado. Hay evidencias de que las tierras de cultivos se han estado reduciendo con las construcciones; según estima una fuente en internet que de unos 16, 000,000 de tareas de tierras de cultivos entre el 2016 y el 2018 aproximadamente se bajó a unos 14, 000,000 entre el 2020 y el 2022; parece inverosímil, que otra información de google de que para el año 2020 se calcule en 25, 000,000 las tierras de cultivo, si otra fuente para dos años antes hablaba de 9 millones menos años antes era de aproximadamente 14, 000,000 entre 2020 y 2022. Esto parece como una posverdad o una verdad a medias, es decir, una mentira o verdad a medias.

Grandes empresarios tienen grandes inversiones en industrias dedicadas a producir materiales de construcción, incluyendo la familia del presidente Luis Abinader. Estas empresas al dedicarse a la producción de materiales de construcción son depredadoras del medio ambiente y afectan los ecosistemas, al destruir formaciones geomorfológicas que la naturaleza tardó millones de años en formarlas con la extracción de los materiales para elaborar productos que suplen a las empresas constructoras. Debemos planificar y con la participación de actores claves. El medio ambiente hay que preservarlo para que las jóvenes generaciones tengan calidad de vida y puedan vivir felices.

Por: Francisco Rafael Guzmán F.

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