Desde la llegada de la pandemia del Covid-19 y el encarecimiento de los precios de los combustibles, producto de la grave crisis que atraviesa el mundo, lo cual ha llevado que los países principales de la Unión Europea se vean en una severa situación difícil en materia de suministro de este importante recurso, esto ha llevado a que puedan implementar otras opciones en materia de uso de otras fuentes de energías no teniendo resultados significativos aún.
Si partimos desde el título de este artículo, podemos recordar que Rusia es el mayor proveedor de gas de la Unión Europea, que depende cada vez más de las importaciones de gas natural, lo que resulta que Europa es el principal comprador de gas a la federación rusa, lo cual deja entre ver que un cierre total o parcial de suministro por parte de este causaría grandes problemas a los países miembros de la Unión Europea.
Los precios del gas natural se habían disparado, como parte de una pauta de los últimos meses en la que el aumento de la demanda ha provocado por la apertura de las economías tras los confinamientos de la COVID-19- se combinó con la disminución de las existencias en Europa tras el largo invierno del año pasado. Además se pueden observar los fundamentos de la oferta y la demanda, probablemente estemos viendo una buena cantidad de especulación. Esto es visible en el hecho de que los movimientos de precios que a finales de la semana pasada han sido muy desproporcionados con respecto a las fluctuaciones de los flujos físicos de gas que llegan a Europa».
Los parlamentarios europeos han expresado su preocupación frente a esta grave problemática, por lo que estos puntualizaron la actitud de que Rusia estuviera reteniendo gas para favorecer la apertura del polémico gasoducto, y exigieron una investigación sobre la posible manipulación del mercado, generando así un sin número de especulaciones en materia de comercio internacional de este importante recurso.
Esta situación podría interpretarse de que el Kremlin, estaría utilizando el gas como herramienta geopolítica, principalmente para hacer constatar y notar su presencia en el escenario multilateral complejo que ocurre en nuestros días. Sin embargo, no se puede dejar de lado que, desde el lanzamiento de la Vacuna Sputnik, la Federación Rusa ha ido dando pasos contundentes en miras de seguir demostrando su músculo y liderazgo, donde busca romper con el esquema bipolar que han ido llevando China y los Estados Unidos en el tablero geopolítico actual en los últimos tiempos.
En Conclusión, de lograr Rusia el dominio geopolítico con la herramienta del gas causara grandes estragos para la Unión Europea, lo cual va a ser prescindible que estos países empiecen a desarrollar herramientas y o la explotación de energías renovables, dado que serán las fuentes que se utilizarán a futuro. Rusia seguirá siendo parte del espectro geopolítico, todo esto debido a su gran potencial científico, armamentístico y a la vez geoestratégico. Estas tres vertientes descansan en el liderazgo de Vladimir Putin quien según la nueva constitución rusa se estima que seguirá en el poder hasta el 2036, esperamos que los líderes Europeos pongan en práctica sus herramientas geopolíticas para que dichas problemáticas no causen estragos a nivel planetario.
Por: Junior Pérez
