En los últimos dos años el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha librado su mayor lucha desde su fundación, todo inicia con las primarias abiertas y simultáneas del 6 de octubre, lo que llevo a la división definitiva entre sus líderes Leonel y Danilo, luego la derrota sufrida en las municipales de marzo, eso sin contar con el acoso de un mes de La Plaza de La Bandera por habérseles pegado el «foul» de la suspensión de febrero, culminando esa primera etapa de calvario con la derrota perturbadora del 5 julio, donde el PRM no sólo ganó la Presidencia de la República sino también mayoría absoluta en las cámaras legislativas.
Esos duros golpes, aunque le costaron el poder, fueron electorales, y los partidos con el tiempo pueden reponerse y hacer que cicatricen las heridas creadas en los comicios, de hecho el PLD de inmediato se embarcó en renovarse, agendando una serie de congresos que llevarían dicha renovación a feliz término.
Pero el problema mayor no es ese, lo peor que le ha tocado enfrentar al PLD es la persecución y posterior apresamiento de dirigentes de primer nivel, al igual que colaboradores y familiares del expresidente Danilo Medina, de los cuales es posible que no estemos de acuerdo con la manera que el Ministerio Público ha manejado algunos casos, aunque la robustez de los expedientes pintan un panorama poco halagüeño para los ya detenidos. Todo esto no termina ahí, en los pasillos de la Procuraduría General de la República se rumora que estos casos no llegan ni siquiera al 10% de los que tienen en agenda, ósea que faltan decenas más de sometimientos, allanamientos y apresamientos.
Por todo lo anteriormente dicho, es que entendemos que el PLD no debe manejar como casos aislados estos apresamientos de sus principales dirigentes, aunque sabemos que en ese partido hay mucha gente seria y que en la mayoría de los casos la idea principal es condenarlos primero en los medios y luego en la psiquis del dominicano para matarlos moralmente, también existe la sensación de que tienen un expediente para todos los miembros de ese partido desde el más encumbrado, hasta el más humilde de sus dirigentes.
La cacería es evidente, no es oculta, todos los días se pone en acción y el Partido de la Liberación Dominicana en vez de enfrentar de manera fuerte, enérgica y con la tenacidad suficiente para cambiar la percepción de que no todos son iguales, y que las obras de gobierno son más que los al parecer infinitos casos de corrupción, están en otra cosa.
El desenfoque del PLD es tan grande, que sus energías la están gastando apelando una sentencia del Tribunal Superior Administrativo que si bien es cierto que declara a la Fuerza del Pueblo partido mayoritario, lo que conlleva a que obtendrán mayores recursos para su desenvolvimiento partidario, la obnubilación no les permite ver que dicha sentencia también declara partido mayoritario al PRD quien hasta el 5 de julio del 2020 fue su mayor aliado, y quien más aporto después de ellos a su candidato presidencial, y que de paso, esa apelación afecta a una docena de partidos emergentes que también fueron sus aliados, y apostaron por que el TSA aplicará el principio de favorabilidad, seguridad jurídica y legalidad que dispone el artículo 74.4 de la Constitución de la República.
En el PLD no hay una cabeza pensante que haga entender que si esta apelación prospera es probable que «la cura sea más cara que la enfermedad» porque de ser así, van a celebrar que a la FP no les darán recursos como mayoritario, pero tampoco al PRD. ¿Y los demás partidos aliados que iban a mejorar su posición en la boleta se los perdonarán?
El PLD no se quiere dar cuenta que; quien lo está masacrando en todos los sentidos es el PRM, que desde el gobierno se han propuesto hacerlo desaparecer del escenario político.
El PLD no se quiere dar cuenta que; si esta apelación prospera no podrán contar jamás con el PRD, porque si tú pones tus intereses por encima de los míos, yo también haré lo mismo.
El PLD no se quiere dar cuenta que; en vez de atacar de manera despiadada a la Fuerza del Pueblo deben ir pasándole las manos, subsanando situaciones, cicatrizando heridas y buscando a sus hermanos de la FP desde ahora, porque ni el uno gana sin el otro, y ni el otro gana sin el uno.
El PLD no se quiere dar cuenta que; si esa apelación prospera enviarán a las brazos del PRM esa docena de partidos que fueron aliados a ellos, porque aparte de no estar ningunos diseñados para estar fuera del poder, le darán un motivo para romper de una buena vez con ellos.
El PLD no se quiere dar cuenta que; su situación ya no es la misma, que ya no hay espacios para egos, que esta fuera del poder y no de la mejor manera, que debe enfocarse en enfrentar única y exclusivamente al PRM, que en vez de ser ente de discordia con los demás partidos de oposición deben ser conciliadores, para generar una gran alianza entre todos que más que volver al poder de manera parcial o total, puedan parar la hemorragia judicial que les persigue, ojalá y aparezca una cabeza sensata que pueda frenar ese disparate que pretenden hacer, porque de materializarse terminaran quedándose aún más solos, y sellarían su sepultura.
