El resurgir del torneo de baloncesto superior del Distrito Nacional es una realidad… está de vuelta el más tradicional del país.
Luego de una caída estrepitosa por una causa multifactorial, los constantes desordenes ocasionados por los fanáticos, la incompetencia de dirigentes en la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional, Abadina, sumado al retiro de franquicias tradicionales, trajo como consecuencia que importantes marcas que apoyaban el torneo se ausentaran.
Después de tocar fondo, llegó el momento de recuperación, lento, paso a paso, pero seguro, debido a la dinamización, el reinvento de enfocar la competencia al gusto de las nuevas generaciones, involucrando a figuras artística de la música urbana, que ha traído consecuencias favorables de identificación con la justa.
En cuanto al nivel competitivo, hemos sido testigos de la mejoría cada año, que, a pesar de la supremacía del equipo de Mauricio Báez en los últimos 10 años, también les ha tocado celebrar la copa de campeones a los equipos de los clubes Bameso y Rafael Barias.
El actual torneo, dedicado al inmortal Evaristo Pérez, se ha superado a sí mismo, con una justa sumamente competitiva por el elevado nivel de los equipos: el retorno dominante del conjunto de San Carlos gracias a los acertados movimientos realizados por su gerencia, un San Lázaro enfocado en recuperar glorias pasadas, un Mauricio Báez que se resiste a ser desplazado de su supremacía, así como la calidad mostrada por Bameso y el sorpresivo equipo del club Los Prados.
Como ha sido constante de los últimos años, los equipos Huellas del Siglo y el Millón Jireh se mantienen como la cenicienta de la justa, y eso se sabe incluso, desde antes de comenzar el certamen debido al poco esfuerzo gerencial y económica para elevar su nivel de competencia.
En la actual contienda, en fase semifinal, a pesar del dominio mantenido hasta esta etapa por los sancarleños, no podemos asegurar nada ni decir que todo está definido, porque mientras los mauricianos, con un cambio de refuerzo, han encontrado nuevamente la senda del éxito, no puede decir lo mismo de la tropa lazareña que en la fase de eliminatoria tuvo sus tropiezos.
Hay que darle todo el crédito y reconocer el empeño mostrado por el periodista José P. Monegro, el finado José Heredia Castillo y el coronel Diego Pesqueira al frente de Abadina, porque han sido los responsables de materializar la reingeniería, sus ejecutorias le han devuelto la estatura al baloncesto superior distrital.
