«Teníamos una campaña cuyo objetivo era expulsar al EI del territorio y siempre dijimos que llevaríamos a cabo una transición a una fase de estabilización, en la que entrenaríamos a las fuerzas locales para que se encargaran de la seguridad y así evitar el resurgir del EI», declaró Dunford a los periodistas.
El militar sostuvo que, por tanto, no se han producido «cambios en los fundamentos de la campaña», y lo que se está llevando a cabo es un «ajuste de los recursos» debido a que la amenaza terrorista ha cambiado después de que los radicales perdieran cerca del 99 % del territorio que llegaron a controlar en Siria e Irak.
El pasado diciembre, el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció el repliegue de los cerca de 2.000 militares estadounidenses que combaten en Siria en el marco de la coalición internacional.
El anuncio fue criticado en EE.UU., puesto que, a pesar de que el mandatario proclamó la derrota del EI, numerosos expertos alertaron de que una retirada precipitada podría posibilitar que los yihadistas se reorganizaran.
Finalmente, según anunció este jueves la Casa Blanca, Washington ha optado por dejar en Siria a unos 200 militares para prestar apoyo a las fuerzas de la coalición que permanezcan en el país.
«Un pequeño grupo de fuerzas de paz de unos 200 (integrantes) seguirá en Siria por un periodo de tiempo», afirmó en un comunicado la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
Las declaraciones de Dunford se produjeron durante una recepción de gala en honor al ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, quien se reunió en el Pentágono con el secretario interino de Defensa de EE.UU., Patrick Shanahan.
Aunque no han trascendido detalles del encuentro, está previsto que ambas partes aborden, entre otros temas, el repliegue de las tropas estadounidenses de Siria y la posible creación de una «zona segura» en el norte del país, que linda con Turquía.
«Este es mi quinto encuentro con el ministro en una aproximadamente una semana», bromeó Shanahan antes de encontrarse con Akar.