El año 2025 está en estado agónico, apenas horas para su partida, y de paso a un nuevo año muy retador para el deporte nacional.
Un Comité Organizador trabaja arduamente en el montaje de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, para el mes de agosto de 2026, encabezado por el periodista José P. Monegro y se adelantaron en su cronograma para tener listas las instalaciones con varios meses de antelación a la inauguración del magno certamen.
Este montaje tiene la particularidad, que ha encontrado la familia olímpica dividida y sin criterio, debido a la ambición desmedida de un sector que controla el Comité Olímpico Dominicano (COD), que trata de aplastar la disidencia con fines de mantener su poder.
Durante los últimos dos años han sido los bravucones más implacables, pero de repente, un cambio de mando en el Ministerio de Deportes trajo como consecuencia cambios muy significativos del trato para con las federaciones deportivas nacionales y sus principales dirigentes.
Los que ayer avasallaban y suspendían de manera abusiva a dirigentes y federaciones, hoy se quieren disfrazar de angelitos, pintándose de conciliadores, con un discurso unitario que deja al descubierto sus grandes dotes de simuladores y farsantes.
Partiendo de esa realidad, podemos afirmar, que luego de que se logre el éxito del montaje de los juegos, el gran reto por delante que quedará será un cambio de visión y de mando en el movimiento olímpico, en las elecciones pautadas para el mes de diciembre.
Un escenario que reta a la dirigencia, que tendrá que demostrar su capacidad de reacción para evitar que, por diferencias fomentadas por quienes buscan evitar un cambio drástico en la dirección del COD, no logren unificar criterios, anteponiendo los intereses generales por los suyos para que el deporte nacional se enrumbe por mejores senderos.
La falta de visión de algunos y la incapacidad de otros podría provocar situaciones lamentables, como sería la propuesta de una persona ajena a la actividad deportiva para presidir el organismo, amparado en el falso argumento de solucionador de la crisis, dicho sea de paso, provocada con esa intención, alegando una falta de unidad.
La participación en el Clásico Mundial de Béisbol en el mes de marzo nos divertirá, pero los retos grandes a superar estarán en el montaje de los Juegos Santo Domingo 2026 y en las elecciones del Comité Olímpico Dominicano.