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22 de diciembre 2025
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4 min de lectura Cumbre

Donald Trump Como un barco a la deriva

He repetido hasta el cansancio que la crisis por la que atraviesa el mundo es la que conlleva a que personajes como Donald Trump salgan a la arena política con el éxito que el magnate ha exhibido. Igualmente, he mencionado en varias oportunidades que esa inexperiencia es la que trae aparejada la improvisación como estadista […]

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He repetido hasta el cansancio que la crisis por la que atraviesa el mundo es la que conlleva a que personajes como Donald Trump salgan a la arena política con el éxito que el magnate ha exhibido.

Igualmente, he mencionado en varias oportunidades que esa inexperiencia es la que trae aparejada la improvisación como estadista del liderazgo emergente que se apodera de los gobiernos en los países desarrollados.

El ejemplo más patético de la orfandad de líderes en los países del primer mundo es Donald Trump, personaje que ha desatado toda suerte de maniqueísmo público norteamericano, poniendo en evidencia el vacío de estadistas existentes en la sociedad estadounidense.

La candidatura del empresario enganchado a político ha sido sometida a todo un vendaval en las últimas horas, indicador de que el proyecto trumpista es un amasijo de contradicciones incapaz de movilizar al propio Partido Republicano.

Las constantes declaraciones de Trump se convierten en granadas que él mismo se encarga de quitarle la espoleta, originando situaciones que le socavan su camino a la presidencia de Estados Unidos.

Con una prensa americana adversa a sus propósitos, que evidentemente lo saca de contexto, las aspiraciones de Trump parecen un barco a la deriva que se hunde.

A la personalidad trumpista hay que agregar un entorno hostil que le impide avanzar en su propósito de alzarse con las simpatías norteamericanas. La esposa del empresario newyorkino, Melania, ha resultado una cruz muy pesada para el aspirante a ser el próximo inquilino a partir de enero en la Casa Blanca.

Luego del plagio del discurso de la primera dama Michelle Obama, este lunes el diario New York Post rompió record de visitas con la publicación de fotos tomadas por el fotógrafo francés Jarl Ale de Basseville en 1995, en las que Melania Trump aparece con otra mujer de origen escandinavo, ambas desnudas y en sugerentes posiciones lésbicas.

Basseville se refiere a las fotos de Melania como obras de arte, y que por ningún motivo deben concebirse como pornográficas, sino como un homenaje de su perspicaz lente a la época del Renacimiento.

Preguntado sobre las fotos lésbicas de Melania, su esposo Trump dijo: “Melania fue una de las más exitosa modelos, y ella hizo muchas fotos en su mayoría para revistas. Esas fotos para una revista europea ya yo las conocías, y son fascinantes y común”.

Pero si las fotos de Melania pusieron a la defensiva a Trump, el affaire con la familia islamista Khan, que perdió a su hijo en la guerra de Irak, lo ha desquiciado, llevándolo totalmente a la defensiva.

Hay que reconocer que en todo esto también ha quedado demostrado que el Partido Demócrata es una maquinaria no solamente política, sino que sus tentáculos también movilizan a las grandes empresas mediáticas y al establishment norteamericanos, que han puesto a trump a decir “donde dije digo, digo Diego”.

La observación que hizo trump de la aparición de la familia Khan en la convención demócrata era muy cierta. La imagen exhibida por el señor Khizr Khan hablando él solo, y la señora Khan con su burka, sin hablar, fue un cuadro patético que parecía sacado de una organización muy machista, y que no se sabe cómo las mujeres estadounidenses pasaron por alto esa dosis de machismo islamista.

Pero no era Donald Trump el que tenía que referirse al caso, pues el millonario enganchado a político si una característica lo define no es ser feminista, sino todo lo contrario, un rígido machista organizador de concursos en donde las mujeres son utilizadas como vacas en pasarelas.

Ni Melania debió responder la escena machista de la familia Khan, pues la ex modelo tampoco tiene perfil feminista. Pero sí debió resaltar la nota machista de la convención demócrata, alguna mujer del equipo trumpista con perfil de defensora de las féminas.

No le ha valido a Trump llevar como candidato presidencial al conservador Mike Pence, pues el binomio republicano no ha podido concitar hasta la fecha las simpatías de las iglesias norteamericanas, que no ven precisamente al acaudalado hombre de negocios como uno de ellos. La artillería demócrata le ha “tirado con misiles” a Trump sin darle tregua, y de ahí que el también millonario y ex alcalde Michael Bloomberg no le saque el guante de la cara al hombre de los casinos y bienes raíces aspirante a presidente.

¿Cómo podrá Donald Trump salir de esta ofensiva demócrata, que parece ser de “una patana cargada de cemento que le pasará por la cabeza”? Es muy difícil, y solo si cuenta con votos duros en los colegios electorales podrá revertir los duros golpes recibidos.

Mientras, Hillary Clinton a pesar de una alta tasa de rechazo que raya el 60 por ciento, se mantiene encima en las encuestas, Trump decrece y parece irse de bruces en sus aspiraciones.

Por Elvis Valoy