EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- El consultor psicológico en logoterapia, Enrique Piñeyro, destacó la importancia de desarrollar la inteligencia emocional desde una edad temprana para mejorar las relaciones personales y familiares.
Según el experto, una persona emocionalmente inteligente es aquella capaz de profundizar en su propio ser, observarse, y reflexionar sobre su comportamiento y reacciones frente a los demás.
Piñeyro hizo un llamado a revisar el currículum educativo para incluir formación relacionada con la vida familiar y los vínculos interpersonales, algo que, en su opinión, debería ser parte de las políticas públicas.
“En las escuelas deberían preparar a las personas para la vida y para los vínculos. Por ejemplo, en la Iglesia católica existen cursos prematrimoniales donde se abordan temas que pueden ayudar en la vida de pareja y en la familia. Es fundamental que aprendamos desde pequeños a gestionar las emociones y fortalecer las relaciones familiares”, señaló.
Piñeyro ofreció esas informaciones al ser entrevistado por la tanatologa Krismeli Brito Padilla, en el programa “Con la Dra. Controversia”, transmitido por la plataforma digital El Nuevo Diario TV.
(Ver programa).
Con la Dra Controversia – La ira en la familia / La Serie del Caribe Mexicali
El especialista advirtió sobre el daño que puede causar la ira en el desarrollo emocional de los niños. “La ira no gestionada por parte de los padres provoca un daño, a veces permanente, en el cerebro infantil y está relacionada con la violencia”, afirmó.
Piñeyro explicó que esta ira se manifiesta de diversas maneras, como gritos, reproches, maltrato verbal y subestimación, lo que genera en los niños un estado de aturdimiento emocional. “Cuando un niño es agredido verbalmente, no puede escuchar ni razonar. Siente la agresión y se bloquea, lo que impide cualquier comunicación efectiva”.
El consultor subrayó la necesidad de promover un diálogo asertivo y respetuoso en el entorno familiar para fomentar vínculos sanos y prevenir el maltrato emocional especialmente en los infantes.




