Desde hace mucho tiempo a la cámara de cuentas se le ha bautizado como la cámara de cuentos en la Dubai del Caribe. Y es que lamentablemente el grado de desprestigio institucional acumulado ha sabido partir tantas veces de lo sublime y aterrizar en piloto automático a lo ridículo.
Lo sublime, cuando todos los aspirantes a miembros desfilan glamurosos a presentar su cartas credenciales ante la comisión que los glorifica, pero que también es corresponsable de ese franco deterioro, porque en las ultimas 3 a 5 selecciones, no han pegado una.
Y siempre se repite el ciclo, el que estaba no hizo el trabajo y el que viene pretende pasarse los cuatro años de gestión, enfocados en revelar lo que el otro no hizo, pero sin agregar valor a la función publica, y por eso, el sano y sabio epíteto, la cámara de cuentos.
Pero nosotros insistimos, dejémonos de cuentos, que una función técnica no es para estar politiqueando ni para decir lo políticamente conveniente. Salvo una o dos excepciones, la nueva conformación será pero por mucho, más de lo mismo y será lamentable.
Es que la conformación del pleno se basa en los mismos paradigmas que definieron las selecciones de cuentistas anteriores. Y sería una gran y grata sorpresa, si esta nueva gestión se gana los aplausos del pueblo dominicano.
Pero para ello es necesario desmontarse del tren donde están todas las rémoras que siempre se adhieren como tarántulas a los funcionarios de turno y que como siempre se ha visto, usan el dinero público, se enriquecen, y luego intentan protegerse aspirando a recibir el fuero de las cámaras legislativas.
El mismo esquema de corrupción que los corruptos de turno utilizan. Y tenemos algunos actuantes que hicieron ya lo mismo y muchos escándalos que aun no se develan o se mencionan con auditorias de la cámara de cuentos en esta misma gestión del cambio.
La nación dominicana merece un adecentamiento del tren gubernamental un rescate verdadero de los principios morales y éticos que deberían adornar la hoja de vida de los funcionarios públicos. Pero si los responsables del control son parte de la jugada, no hay mucho por hacer para que termine la cogioca.
Y no es el pleno que hace las auditorias, en eso hay que estar claros, pero si no tenemos ese ojo de buen cubero, como decía un experto en estos temas de auditoría, se nos pasan las fichas y ni cuenta nos damos que podemos gritar: Bingo, decir orgulloso, capicúa 25.
¿Pero porque de repente salimos con este tema? Es que anticipan nuevas tempestades para develar temas que ocurrieron entre el 2015 y el 2019, caramba ¿y qué gestión independiente es que se va hacer, para no cubrir las realidades vividas en estos últimos 5 años?
El control previo es corresponsable de las gestiones de la administración donde están adscritas las UAIs de la Contraloría General de la República. Y ese cuento de intentar cubrir las deficiencias de la cámara de cuentos con otros cuentos pero de caperucita sin el lobo, eso deja enanitos por todos lados.
La abuelita y el lobo están haciendo fiesta con el dinero público, mientras tanto la piñata se va quedando vacía, sin saber ¿quienes, cuando y como se han comido las galletitas?
Ha pero eso sí, seguimos con el tema mirando hacia el pasado, mientras el presente hace fiesta con el derroche del dinero público en cualquiera de las inventivas y creatividades que acompaña siempre a los “cambios”.
Pero esta nueva gestión apenas comienza y si podemos decir: Dejémonos de Cuentos, entonces otro gallo cantará en los próximos años, un plan plausible de auditorías se podría implementar y de esta manera, muchos forajidos disfrazados de angelitos en las redes, tendrán que poner sus barbas en remojo y pagar las consecuencias de sus malversaciones y robo del dinero público.
Ojala, que con esa mismo rigor en que se anuncian o se comparten las auditorias que fueron engavetadas por ser escandalosas, se realicen los esfuerzos en la presente gestión del cambio, la caja de pandoras podría abrirse, pero si no tenemos compromisos con el enemigo, entonces se impondrá la ética y la integridad y los corruptos serán llevados a la justicia.
Esta historia apenas comienza, el mismos sistema de gestión pública debería ser analizado, diagnosticado y corregir cualquier entuerto que automatice registros o eventos económicos que mañana se manifiestan como escándalos.
No se trata tan solo de ver lo que se ejecuto, lo que se planeo, como se compro o como se pago con el dinero público. Esta también profundizar mucho mas y ver como los mismos sistemas instalados, integrados y que producen finalmente las cuentas nacionales podrían estar diseñadas, dejando espacio para manipulaciones que podrían ser dolosas.
Ahí están por ejemplo las famosas tablas de conversión utilizado pos los sistemas donde se procesan y registran las transacciones. Esas tablas de conversión funcionan de forma automática, pero siempre llevaran a cabo las transacciones para las cuales fueron parametrizadas. Ahí les dejo un reto, para hurgar y encontrar algunos entuertos y poder desterrar de forma al menos sistémica, cualquier aproximación o manifestación de cuello blanco.
Por: Julián Padilla.
