Cuando la inversión tecnológica no viene acompañada de conocimiento
Las empresas pueden tener las mejores plataformas del mercado. Pueden adquirir los sistemas más avanzados, los dashboards más intuitivos y las soluciones más premiadas del año. Pero si las personas que las usan no entienden el propósito detrás, no dominan las funciones o no comprenden cómo se conecta con el objetivo del puesto… esa inversión se convierte en un gasto.
El error no está en la herramienta, está en la ausencia de conocimiento, en creer que la tecnología, por sí sola, resolverá los desafíos humanos y organizacionales.
De nada sirve implementar una nueva plataforma de gestión si quienes la operan no comprenden el proceso que busca optimizar.
De nada vale digitalizar el trabajo si no existe una cultura de aprendizaje y liderazgo que acompañe el cambio, porque cuando eso ocurre, se pierde tiempo, dinero, motivación, sentido y talento humano.
Por eso, antes de invertir en tecnología, las organizaciones deberían invertir en conocimiento interno: desarrollar la comprensión del “por qué” y del “para qué”.
Espero se entienda que las personas no se resisten al cambio; se resisten a lo que no entienden, y cuando una empresa olvida eso, el costo más alto no se mide en presupuesto, se mide en la desconexión entre la estrategia, el propósito y las personas.
Por Belma Polonia González
Profesional en Gestión Humana, enfocada en el desarrollo del talento, la cultura
organizacional y el bienestar laboral. Se caracteriza por crear experiencias que conecten a las personas con su propósito profesional y humano.
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