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28 de diciembre 2025
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OpiniónCarlos Checo EstrellaCarlos Checo Estrella

Cuidemos la salud de las madres

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En nuestro país se está hablando mucho de partos, de parturientas. Abundan las cifras, los datos, denuncias, reclamos.

Sin embargo, hay aspectos relacionados con el parto, que ameritan ser abordados, por su alta incidencia en la salud de mujeres dominicanas y no reciben la atención debida, por lo que no forman parte de la agenda de prioridades de la sociedad; me refiero al alto números de cesáreas que se practican en República Dominicana y la vergonzante alta tasa de mortalidad materna.

En nuestro país se realizan un elevado número de cesáreas. República Dominicana es líder mundial en nacimientos por cesáreas con un índice de del 58,1%. De acuerdo con la OMS la tasa ideal debería oscilar entre el 10% y el 15%.
Desde el Congreso Mundial de Ginecología y Obstetricia se dijo que la «epidemia» de cesáreas está relacionada con la existencia de equipos médicos menos competentes para acompañar los partos difíciles por vía natural, a la comodidad de programar el día del parto y a los mayores beneficios económicos para las clínicas, entre otros.

La cesárea es un procedimiento quirúrgico esencial que puede salvar la vida de la madre y el niño, aunque pueden ponerlos también en un riesgo, si se realiza cuando no hay una necesidad médica.

«Las cesáreas son absolutamente fundamentales para salvar vidas en situaciones en las que los partos vaginales plantearían riesgos, por lo que todos los sistemas de salud deben garantizar el acceso oportuno para todas las mujeres cuando sea necesario. Pero no todas las cesáreas que se realizan en este momento son necesarias por motivos médicos. Los procedimientos quirúrgicos innecesarios pueden ser perjudiciales, tanto para la mujer como para su bebé», explica el Dr. Ian Askew, Director de Salud e Investigación Sexual y Reproductiva de la OMS.
Otra situación que debiera preocupar altamente a nuestra sociedad es la tasa de mortalidad materna.

La tasa de mortalidad materna en República Dominicana es inaceptablemente alta.

Una muerte materna es una defunción debida a complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto, que tiene lugar durante el periodo de gestación o en las seis semanas después del parto. La mayoría de estas complicaciones son, prevenibles o tratables.

Una atención adecuada, antes y después del parto por parte de profesionales de la salud capacitados, puede salvar la vida de la madre y del recién nacido.

Cuando las mujeres que no reciben un control prenatal adecuado tienen mayor vulnerabilidad en el embarazo y parto.

Existen determinantes sociales, como los ingresos, el acceso a la educación que influyen en la mortalidad materna.

Fallos del sistema de salud que causan una atención de mala calidad, malos tratos; número personal de trabajadores de la salud que, carecen de la debida capacitación, escasez de suministros médicos esenciales.

Las principales causas médicas de prácticamente el 75% de todas las muertes maternas, son:

Las hemorragias graves (mayoritariamente, tras el parto; las infecciones, generalmente, después el parto; la hipertensión arterial durante el embarazo (preclamsia y eclampsia), las complicaciones en el parto, y abortos peligrosos.

Otras enfermedades previas al embarazo, se agravan con la gestación, si no se tratan como parte de la atención a la mujer. el paludismo, el VIH, diabetes, la anemia, enfermedades cardiovasculares, entre otras que requieren de un seguimiento médico especializado que disminuya el riesgo tanto para la madre como para el bebé, algo inimaginable en muchísimas partes del mundo.

La mortalidad materna es un indicador utilizado para medir no solo la situación de salud, sino también el nivel de acceso y la calidad de servicios sanitarios tales como consulta prenatal, parto hospitalario y control en el puerperio. La meta mundial es de 45 muertes por cada cien mil nacidos vivos.

Falta de especialistas, carencia de equipos, baja inversión estatal, limitación para el acceso a medicamentos, déficit de personal de salud, son parte de los males que afectan a los hospitales municipales y provinciales del país, según revela una investigación levantada por la Alianza por el Derecho a la Salud (ADESA) República Dominicana tiene un déficit crítico de más de 15,000 enfermeras y más de dos mil médicos generales y especialistas.

Entre las acciones deseables que toda mujer debe tener durante el embarazo, parto y postparto; con el fin de brindar una atención médica y asistencial de calidad a las mujeres, según la OMS destacan las siguientes: «al menos 8 visitas de control prenatal durante el embarazo, la atención de personal capacitado y experimentado durante el parto y el seguimiento cercano y vigilante durante el postparto».

Poner fin a la mortalidad materna prevenible y ofrecer acceso universal a una atención de salud materna de calidad requiere esfuerzos nacionales sostenidos y compromisos inquebrantables, especialmente para las poblaciones más vulnerables. (John Wilmoth, director de la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU)

El derecho a la salud, se encuentra consagrado en el artículo 61 de la Constitución Dominicana, el texto reza de la manera siguiente:

«Toda persona tiene derecho a la salud integral. En consecuencia: 1) El Estado debe velar por la protección de la salud de todas las personas,…»

El artículo 3 de la Ley 42-01 establece el derecho a la salud de todos los dominicanos y dominicanas y las y los ciudadanos extranjeros que tengan establecida su residencia en el territorio nacional.

Tenemos la responsabilidad colectiva de velar por que toda madre, dondequiera que esté, sobreviva al parto, y por qué ella y sus hijos salgan adelante.

«Tenemos las herramientas, el conocimiento y los recursos para poner fin a las muertes maternas prevenibles; lo que necesitamos ahora es voluntad política», (Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva de UNFPA).

Por: Carlos Checo Estrella.

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