Ha sido el pueblo cubano un paradigma latente de lucha en todo el hemisferio occidental. Durante casi sesenta años resistiendo firmemente ante un bloqueo económico, comercial y financiero; sin embargo, eso no ha impedido conseguir un desarrollo paulatino en la sociedad.
Luego de haberse disuelto la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, principal socio comercial de Cuba después de la revolución del 1959, se desplomó considerablemente su sistema económico en más de un 70 por ciento en el año 1992. Para muchos, era el fin esperado de ese gobierno. Para otros, era otra circunstancia ante la cual demostrar su convicción hacia el sistema socialista instaurado.
Mientras que las sanciones impuestas le impedían obtener financiamientos o créditos internacionales para emprender proyectos de infraestructura, salud, industria, educación entre otros, en beneficio de la población, Cuba nunca pereció. Cada vez se ingeniaban nuevos métodos para evitar que demás países o empresas extranjeras comercializaran con la isla de Juana; aun así, no se rindieron. Quedó casi totalmente aislada de la denominada “Era de la globalización”, y eso tampoco permitió tumbarle el pulso.
En cambio, hoy en día, a pesar de tales limitaciones, Cuba goza de ser uno de los países con mayores Índice de Desarrollo Humano del continente. Solamente superado por Argentina, Uruguay, Brasil, Canadá, Chile y Estados Unidos. Y eso, por supuesto, se debe a los obstáculos internacionales que han estropeado su crecimiento como nación.
Ejemplo de su avance social, es su estricto sistema educativo, que garantiza desde la educación elemental hasta lo técnico o profesional, completamente de forma sólida y gratuita. Por esa razón, logró ser el único país de América Latina y el Caribe en alcanzar los objetivos globales de la Educación para Todos, de la Unesco.
Asimismo, su destacado sistema de salud, que coloca a la isla hermana como uno de los países con menor tasa de enfermedades terminales de América. Además, una de las tasas más baja del mundo en mortalidad infantil, con apenas un 4,0 por cada mil nacimientos, cifra establecida por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, en su informe sobre Cuba del año 2017. Así también como la esperanza de vida de sus habitantes establecida entre los 77 y 88 años.
En tal sentido, Cuba posee una de las mejores formaciones de recursos humanos en el área científica de la salud, tanto para la creación de medicamentos como de médicos en sentido general. Siendo este, su principal capital de exportación a países de gran avance como Noruega, China, Suecia, Rusia y Alemania. Hecho que se evidenció en Italia, que, para abril del presente año, fue foco global de la presente pandemia de Covid-19.
Igualmente, y no menos importante, su reconocida política internacional dedicada al multilateralismo serio y responsable. Fomentando en principio, la cooperación justa entre los pueblos en vías de desarrollo.
Actualmente, Cuba se encuentra dentro de los destinos turísticos europeo favorito. Esto se debe, principalmente, a la extraordinaria belleza natural e histórica que ostenta por todo su territorio. Como consecuencia, ha permitido empujar a inversionistas específicamente de España, a realizar proyectos bancarios y turísticos de alta envergadura. También, la hospitalidad y fuerza laboral altamente calificada que tanto les caracteriza, ha dinamizado la economía notoriamente en los últimos cinco años.
En efecto, que muchos países de todo el mundo estén creando una política exterior para flexibilizar o normalizar las relaciones diplomáticas y comerciales con Cuba, es un indicador de que pronto tendrá fin su aislamiento. De manera que, todo eso impulsará un intercambio social, económico y financiero más proclive al desarrollo colectivo de toda la región.
Finalmente, la Historia Universal al igual que a Fidel, absolverá a Cuba dignamente, como el país que doblegó un bloqueo de una potencia de primer orden.
AUTOR: NELSON J. MEDINA
