El comunicado de la Une, publicado en los diarios Granma y Juventud Rebelde, explica que el pasado 26 de enero la termoeléctrica «Diez de Octubre», de Nuevitas (Camagüey, oriente), sufrió un incendio por sobrecalentamiento, lo que dejó fuera de servicio dos unidades de generación y retrasó el funcionamiento de una tercera.
La Une aclaró que desde ayer también se encuentra fuera de servicio la planta de 300 megawatts «Antonio Guiteras» de Matanzas (occidente) debido a una avería.
Esta situación coincide con la retirada programada de servicio, en la noche del jueves pasado, de la unidad 4 de la Termoeléctrica «Carlos Manuel de Céspedes» de Cienfuegos (centro-sur) para «un mantenimiento ligero en la caldera».
Además, la nota indica que se encuentran en mantenimiento una unidad generadora de esa misma termoeléctrica y otras dos unidades de la Central Antonio Maceo de Santiago de Cuba (oriente).
«Debido a esta situación se producirán afectaciones al servicio eléctrico desde el 23 hasta el 27 de febrero, incluyendo La Habana», agrega el comunicado.
La difusión de esta nota se produce un día después de la publicación, en medios de fuera de la isla, de informaciones que aseguraban que las autoridades cubanas podrían llevar a cabo «apagones programados» en las horas de mayor demanda eléctrica con el fin de ahorrar combustible y evitar el «colapso general» del sistema.
La isla, cuya producción de combustible no cubre toda la demanda interna, trata de reducir su dependencia energética del crudo subsidiado de Venezuela, un suministro que se ha debilitado considerablemente en los dos últimos años por la crisis económica en el país suramericano y la caída de los precios del petróleo.
Se estima que en estos momentos la isla recibe 55.000 barriles diarios de su principal socio frente a los más de 100.000 que llegó a recibir en los mejores momentos del acuerdo de cooperación firmado por los dos países en 2003.
El Gobierno cubano ha apostado también en los últimos tiempos por las energías renovables, con el objetivo de que para el 2030 esas fuentes al sistema 2.334 megavatios a partir de plantas de biogas industrial, centrales bioeléctricas, paneles solares fotovoltaicos, parques eólicos y pequeñas hidroeléctricas.
En Cuba, la población es especialmente sensible con los llamados «apagones», que fueron constantes en los años noventa durante el llamado «periodo especial», la devastadora crisis en la que quedó sumida Cuba cuando la desintegración de la Unión Soviética supuso la retirada de la ayuda económica que el bloque comunista prestaba a la isla.
Por EFE
