ENVÍA TUS DENUNCIAS 829-917-7231 / 809-866-3480
27 de diciembre 2025
logo
OpiniónJesús M. GuerreroJesús M. Guerrero

¿Cuál es el destino del candidato que no comunica?

COMPARTIR:

El domingo pasado el expresidente Hipólito Mejía, anunció que saldrá a las calles a buscar la presidencia del país, como también que enfrentará a su homólogo Leonel Fernández. Lo que ha dado rienda suelta a las manifestaciones de apoyo y ataques por parte de los seguidores de ambos y la opinión de la sociedad en general. Lo que obliga a realizar la siguiente pregunta: ¿Cuál es el destino del candidato que no comunica?

Es decir, un aspirante con pretensiones presidenciales que no genera nada al momento de dirigirse a la prensa, cosa que con la llegada de las redes sociales se ha vuelto evidente porque estas se han convertido en un medidor social, el impacto provocado en el panorama político.

El profesor Juan Bosch en su tesis, Dictadura con respaldo popular, expresa lo siguiente respecto a la comunicación política, cito: “La comunicación con las masas requiere, antes que nada, la adopción de una línea política correcta en lo general y en lo particular, pues si esa línea política no es correcta las decisiones y los actos que deriven de ella entrarán en contradicciones más tarde o temprano, y esas contradicciones acabarán a la larga desprestigiando al partido y a los líderes que las expresen porque el pueblo no tarda en darse cuenta de que se le dicen cosas opuestas entre sí, y el pueblo sabe hacer juicios justos y actuar en consecuencias.”

Esto explica el alto precio político que pagan, quienes durante la persecución de sus ambiciones electorales cambian de posturas respecto de todo tema y se escudan en análisis aéreos y carentes de sustancia. No calan entre el electorado ni estimulan pasión alguna ni siquiera críticas, cosa preocupante para todo equipo de comunicación e imagen de un candidato.

Si algo ha demostrado el comienzo de la lucha por el poder con miras al 2020, que se está tornando tenaz, es que Hipólito Mejía con solamente hablar ante los medios de comunicación alborota y desborda pasiones, lo mismo ocurre con el exmandatario Leonel Fernández al disertar en relación al régimen de Trujillo o con la simple publicación de la fotografía de un libro produce todo tipo de opiniones y conjeturas.

Lo penoso es cuando un tercer contendiente, hace declaraciones como deporte olímpico sin causar ningún tipo de reacción. Cambia de posición sobre cualquier tema de interés nacional y por tanto, vende la imagen de incapaz de exponer un discurso coherente ante los problemas que adolece el país, pero, para complicar más aun su situación quien dirige su campaña, es decir, la cabeza principal de su equipo no tiene ningún tipo fortaleza comunicacional para dirigirse a la nación.

Al retroceder a los comicios del 2008, el momento de brillo fugaz que tuvo el actual Canciller antes del quejumbroso declive de sus anhelos presidenciales, fue bautizado con el mote del mudo e incluso a la sazón, el candidato reeleccionista Leonel Fernández aseveró que quienes lo enfrentaban no tenían capacidad para conceptualizar frente a él. A lo cual, MVM respondió reconociendo su talón de Aquiles y fue prudente al conformar una campaña de voceros que ayudaron su imagen.

Lo que se deduce de esta declaración de quien popularmente es conocido como el Guapo de Gurabo es que ya ha descartado como competencia a Abinader y sabe que el enemigo a vencer es el león, vemos que sus cercanos han utilizado las redes para responder denigrando la imagen de Mejía y aupar la de Abinader. Lo que obliga a pensar, que han visto mayor facilidad de imponerse frente a quien viene de una derrota apabullante en los comicios pasados.

La actitud errónea podría venir del sector rezagado, el que encabeza Abinader, si por alguna razón creen que los elogios que le propinan desde el leonelismo son para siempre y no porque perciben que es mucho más fácil de derrotar, pecaran de ingenuos. Lo que se vislumbra hasta ahora, es un proceso electoral polarizado en dos frentes, Hipólito (PRM) Vs. Leonel (PLD) como los candidatos naturales para culminar una generación política, que debe ser gestora del inevitable relevo generacional.

En la XI cumbre de comunicación política, el consultor Jorge Imhof, expresó: “Si no asumes riesgos en tu comunicación es difícil que puedas generar alguna emoción.” Con notas de prensas, uso anticuado de las redes y realizar declaraciones constantes sobre temas de momento; un político no puede conectar con los votantes y tampoco sin ser fiel a su discurso o peor aún, sin uno propio mucho menos, según Dick Morris en su libro, Juegos de poder, esto fue uno de los yerros cometidos por Al Gore.

El destino de un candidato que no comunica es la derrota, por la simple razón de que con esa debilidad es imposible convencer al electorado, así el fracaso es inevitable.

Concluyo con la siguiente frase del asesor político, Luis Duque, cito: “Poner el anillo y el afiche no es suficiente. Un tweet y una foto tampoco. Para casarse se necesita un sí y para ser elegido, un voto.”

Por; Jesús M. Guerrero

Comenta