El hombre, identificado como Douglas Villanueva, de 45 años, y que confesó que quiso matar a su expareja con veneno, fue declarado culpable por el juez Edén Aguilar, de los Juzgados Especializados en Violencia, por feminicidio frustrado, un delito que conlleva la pena de entre 10 y 20 años de prisión.
El suceso ocurrió el pasado 16 de marzo, después de que el hombre introdujera en la vagina de su exmujer dos pastillas de fosfuro de aluminio, mientras sostenían relaciones sexuales.
El hombre fue arrestado después de que un grupo de médicos del Hospital España, departamento de Chinandega (noroeste), denunciaran este caso ante la Policía Nacional.
La mujer de 31 años, cuya vida llegó a correr serio peligro, salió del centro hospitalario después de permanecer diez días bajo cuidado.
Según los familiares de la mujer, ésta tenía dos años de haberse separado de Villanueva, sin embargo, accedía a sostener encuentros íntimos con su exesposo de forma periódica a cambio de una ayuda económica para los hijos de ambos, de 3 y 9 años.
La víctima nunca denunció a Villanueva porque éste la mantenía bajo amenaza de muerte, resaltaron los familiares.
La Fiscalía de Nicaragua pidió 20 años de prisión para el agresor, que es la pena máxima por el delito de feminicidio en grado de frustración.
La defensa solicitó la pena mínima, que es de 10 años.
El juez tiene un plazo de 10 días para fijar la condena.
Ese suceso conmocionó a la comunidad médica y a la sociedad de Chinandega, por la saña con que actuó el agresor.
En lo que va de año, al menos 16 mujeres han fallecido a causa de la violencia machista en Nicaragua, según organismos defensores de derechos humanos.
Por EFE
