ENVÍA TUS DENUNCIAS 829-917-7231 / 809-866-3480
27 de diciembre 2025
logo
OpiniónAmérica PérezAmérica Pérez

Conani y Jet Set

COMPARTIR:

«No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad que la forma en que trata a sus niños.» — Nelson Mandela

El 8 de este mes se cumplen dos meses de la tragedia más grande y dolorosa que nos ha tocado vivir como país, como sociedad, como nación. Fue el desplome de la loza de una discoteca de tradición, de familia, de representación de una élite, quedando atrapados y muertos sueños, destruidas familias enteras, y todos nosotros seguimos mirando los techos de los lugares.

Veía una información suministrada por Pazzis Paulino, director de Gestión Territorial y Supervisión del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani), sobre cifras que deben prender la alarma social. Decía el señor que, como resultado de la tragedia en el centro de diversiones donde murieron 236 personas —y otras están internas o en recuperación en sus hogares—, hay 174 niños huérfanos, de los cuales 8 con condiciones de discapacidad y 34 que perdieron a mamá y a papá.

¡Esto parte el alma!

Dentro de mis charlas sobre locución en las escuelas, me tocó ver una niña imperativa, y yo por dentro me decía: «Pero, ella no deja que los demás opinen», porque levantaba las manos para todo. Aun así, le daba el chance de participar, y en medio de la jornada, de manera discreta, se me informó que su papá había fallecido en Jet Set. Y entendí la información que ella nos enviaba a todos: era un grito de ¡aquí estoy!

Lo más frágil es un niño o adolescente. Como Estado, estamos llamados a socorrer a estos pequeños: intervención psicológica continua, acompañamiento emocional a ellos y a quienes les cuidan. Hemos visto en las redes sociales a señores mayores que ahora deben criar a sus nietos, y dicen que solo los tienen a ellos como familia, ya en edades avanzadas.

Sabemos que desde Supérate, según informaciones suministradas por la misma Gloria Reyes, se están entregando bonos de 30 mil pesos a las familias afectadas. Muchos critican la acción, pero allí había personas que no eran ni son ricas, y todas las ayudas son buenas. El mismo hecho del levantamiento de Conani es una muestra de que el gobierno tiene sus ojos puestos en el tema. Ha sido empático y solidario, aunque no esperamos menos.

Que sigan las investigaciones y que lo que pasó en Jet Set no vuelva a ocurrir nunca MÁS. Pero para que esto no vuelva a suceder, las alcaldías, los bomberos, la Defensa Civil y demás organizaciones que tienen que ver con supervisiones y aprobación de edificaciones comerciales o residenciales deben ser éticos, responsables y comprometidos con las leyes. De hecho, todos llegamos a pensar que después de esos días negros, en este país se realizarían jornadas para detectar si hay condiciones parecidas en cualquier rincón de la media isla.

No seamos reactivos como nación, sino más bien preventivos.

¡No sigamos poniendo el candado después que el ladrón nos llevó todo!

Por: América Pérez.
Licenciada en Comunicación Social, mención Periodismo
Magíster en Diplomacia y Derecho Internacional

Comenta