EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- La comunicadora Priyanka Rodríguez denunció este jueves la corrupción e irregularidades que se llevan a cabo en las cárceles dominicanas, asegurando que desde allí operan las mafias más peligrosas del país.
En relación a las parábolas de internet incautadas a los reclusos del Centro de Privación de Libertad La Victoria, afirmó que esas son solo algunas de las tecnologías que operan de manera clandestina en ese centro, debido a que hay flotas de teléfonos manejadas por los prisioneros para extorsionar a los ciudadanos y esta información no es ajena a las autoridades.
“Esas parábolas no son nada en comparación con lo que pasa dentro de las cárceles dominicanas. Quien permitió que entraran esas parábolas debería estar preso, pero nadie asume las consecuencias”, sostuvo.
Rodríguez ofreció estas y otras declaraciones en el programa que conduce “Aquí Hablamos Claro”, que se transmite por la plataforma digital El Nuevo Diario TV.
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En ese mismo sentido, la comunicadora destacó la legislación que obliga a la Procuraduría General de la República a colocar equipos con la intención de eliminar las señales en las cárceles, haciendo énfasis en que esta ley no se ha puesto en práctica.
“Estos y otros equipos que deben comprarse, tienen que estar en las cárceles para evitar cualquier tipo de comunicación, pero al parecer, esto afecta intereses de muchas personas dentro y fuera de las prisiones, incluyendo a las autorizados”, expresó.
Hizo énfasis en el reciente caso de las parábolas, explicando que esto fue algo simple y que los casos más importantes son las mafias, asesinatos, movimiento de narcotráfico y las personas de instituciones públicas y privadas que proveen de información a los reclusos.
“Esto es algo simple. Grave es lo que está sucediendo ahí dentro; las bandas y asociaciones de malhechores, en la cual participan las autoridades porque eso no se lleva a cabo sin el apoyo de ellos”, advirtió.
Externó su preocupación por lo que definió como una visible degeneración y falta de respeto hacia las normas de la República Dominicana, donde los presos no son los responsables principales por el evidente desorden, sino el cuerpo de seguridad y los directores, quienes son los responsables de responder ante estas situaciones.




