La comisión consultiva de los terrenos estatales del Ensanche La Fe designada por el presidente de la República Luis Abinader Corona, en su primer encuentro con la prensa habló muy claro del rol que le corresponde desempeñar, para en seis meses rendir un informe pormenorizado al primer mandatario.
Lo que ha quedado claro es que una cosa es el deseo de un grupo de personas que sueña con un megaproyecto de estadio, y la otra, la realidad expresada por el doctor Jorge Subero Isa, que preside la comisión, de que no hay compromisos con nadie.
Suena muy bonita la idea de un nuevo estadio desde que el primer proyecto afloró a la luz pública, esperando que sea del Estado la responsabilidad de aportar los recursos, algo que se ha descartado de inicio.
El doctor Subero habló muy claro, y fue muy preciso, dijo que al que le vendieron la idea que le van a aprobar un proyecto, está equivocado, lo que revela que la comisión está en la disposición de recibir propuestas de los interesados en hacer la inversión, que demuestre y se compruebe su capacidad económica.
Hasta el momento no ha aparecido nadie que esté dispuesto a realizar la inversión, porque como reza la frase, una cosa es con guitarra y la otra es con violín.
Pero si las palabras del doctor Subero fueron claras y precisas, las del gerente general del Banco de Desarrollo y Exportación (Bandex), Juan Alberto Mustafá Michel, fueron más contundentes cuando aseguró, cito: “Todas las ideas serán escuchadas, pero no serán respaldadas con dinero del Estado dominicano, ya que no se admitirán proyectos que vengan sin financiamiento”.
En palabras llanas, lo que quiso decir el señor Mustafá Michel es que todo el que esté interesado en asumir el proyecto de un nuevo estadio vaya pensando en cómo conseguirá esos recursos.
Queda muy claro que el gobierno no está en disposición de aportar ni un centavo como inversión en ese tipo de proyecto que no es prioritario, dejándole la cancha abierta al sector privado para ver si se animan y asumen la responsabilidad de invertir los millones de pesos que se lleva una construcción de esa dimensión.
El Estadio Quisqueya (hoy Juan Marichal) se inauguró en 1955, es verdad, es viejo, pero todavía en capacidad de seguir siendo el principal escenario de nuestro principal pasatiempo… hay que poner los pies en la tierra.
