EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- La imposición de la «Biblia» en las escuelas no solucionaría la descomposición social en el país, y los congresistas no deberían legislar para un grupo religioso en específico, sino para toda la sociedad. No obstante, es importante enseñar y promover los valores bíblicos y cristianos porque estos valores contribuyen al desarrollo personal y cultural de los estudiantes.
Así lo afirmaron ayer los analistas políticos Samuel Sena y Manuel Fernelis Ogando, quienes hablaron del tema en «La Hora del Pueblo», espacio de la plataforma «El Nuevo Diario TV». Al secundar la propuesta de la diputada Faride Raful, alegaron que la imposición de la «Biblia» en las escuelas no es garantía de que los valores florezcan, y sostuvieron que nadie puede ser obligado a recibir una educación cristiana, pues esta debe ir acompañada de una buena formación desde el hogar.
«No podemos legislar en favor de un grupo sino legislar en favor de todos. La diputada, en sus declaraciones, dijo que no puede imponerle a los diputados en la Cámara el catolicismo», comentó Ogando, quien aclaró que la lectura de la «Biblia» en las escuelas no significa que vayas a ser de una religión en especifico .
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Sena manifestó que así como no está de acuerdo con la imposición de la «Biblia» a los estudiantes, tampoco lo está con las campañas LGBT y de género que quieren imponerle a los niños en las aulas.
En otro orden, los comentaristas destacaron que la Iglesia católica insiste en mantener cerrado un tema que repercute en el desarrollo del país, y dijeron que sería básico enfocarse en una educación sexual para prevenir embarazos en niñas y adolescentes.
Ambos favorecieron las tres causales del aborto y añadieron que «la familia debe tener el derecho de decidir y no ser obligados por el Estado», entendiendo que ese derecho le asiste principalmente a la mujer.
