EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Miles de feligreses dominicanos se congregaron hoy en Santo Domingo y Santiago (norte), principalmente, para celebrar la festividad del Jueves Corpus, una de las principales ceremonias de la Iglesia católica.
El nuncio apostólico, Ghaleb Bader, y varios obispos encabezaron hoy las celebraciones litúrgicas en Santiago, que incluyeron procesiones a la Catedral de esa ciudad, desde las distintas parroquias y la concentración de miles de feligreses en el estadio Cibao.
El prelado encabezó la misa celebrada ante una asistencia que llenó todos los espacios del parque deportivo, incluyendo las gradas más lejanas, con la asistencia de políticos, empresarios y funcionarios, según mostraron imágenes de la televisión.
El nuncio expresó su satisfacción por ser la primera visita pastoral que realiza a la ciudad de Santiago y le agradeció al arzobispo Freddy Bretón por la invitación.
En su homilía se enfocó en el significado que tiene para la cristiandad católica la eucaristía que fue instituida por el mismo Cristo y que no se trata de un invento de la Iglesia, sino el cumplimiento de un mandato.
Bader expresó que la auténtica Iglesia de Cristo es aquella que tiene como su centro la eucaristía, que es la fracción del pan como lo estableció el Señor en la última cena y se practica desde la primera comunidad cristiana como lo reseñan los Hechos de los Apóstoles.
Mientras que la actividad celebrada en Santo Domingo se concentró en varias procesiones que participaron desde diferentes puntos de la capital y concluyó con una misa celebrada por el arzobispo de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, en el Faro a Colón, en el municipio Santo Domingo Este.
«La dignidad humana, invitada de la comunidad y de la solidaridad, nos envía en misión a ayudar a transformar nuestras comunidades y al mundo entero», dijo Ozoria en su homilía.
El prelado afirmó que la Eucaristía pone la semilla de vida y esperanza y «nos mueve a asumir nuestra responsabilidad como ciudadanos y como cristianos en la construcción de un mundo habitable y plenamente conforme al designio de Dios».
Osoria recordó la reflexión del papa emérito Benedicto XVI, de que la comunión entre hermanos en la Eucaristía, «hace que nazca entre nosotros la voluntad de enfrentar las estructuras injustas para restablecer el respeto de la dignidad del hombre creado a imagen y semejante de Dios».
