EL NUEVO DIARIO, INTERNACIONAL.- Como no solo del pan vive el hombre, el rey Carlos III no sólo heredó la corona de su madre la reina Isabel II, sino también una buena parte de su fortuna personal.
La reina aparte de los bienes de la corona, que pertenecen a la corona y no al monarca, aumentó su fortuna personal por medio de obras de arte y las ganancias de sus caballos de carrera.
Regularmente los ciudadanos del Reino Unido pagan 40% de impuestos a la herencia, sobre cualquier propiedad que supere los $325,000 libras esterlinas.
Sin embargo, el rey Carlos III no es responsable de un centavo debido a un acuerdo negociado entre la corona y el gobierno de John Major en 1993, eximiendo efectivamente al monarca en situaciones como esta.
El nuevo rey está definitivamente al menos en línea para hacerse cargo de la propiedad de la finca privada de la reina, el Ducado de Lancaster.
Este patrimonio que está valorado en más de $650 millones de libras a partir de marzo de 2022, le pagará un ingreso de alrededor de $24 millones de libras al año al igual que lo recibía su madre.
Aunque era parte de un «memorando de entendimiento» menos formal entre el gobierno y el palacio, el acuerdo que afirmaba la inmunidad de la monarquía del impuesto de sucesiones nunca se codificó en la ley.
