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27 de diciembre 2025
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Carlos David: “La fama es un veneno que sabe a miel”

Carlos David sigue siendo un referente que no solo mantiene viva la llama del merengue, sino que inspira con su resiliencia y amor por la música.

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EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Hablar de Carlos David es evocar la esencia del merengue clásico dominicano, ese que traspasa generaciones y fronteras. Con una trayectoria que ha dejado huella en la historia musical del país, el artista conversa con nosotros sobre sus vivencias, su visión del merengue actual y el poder de la perseverancia.

 Carlos, tu nombre es sinónimo de merengue clásico. ¿Cómo te sientes al ver que tus canciones siguen siendo parte importante de la historia musical dominicana?
— Es un privilegio inmenso que me llena de humildad. Solo somos instrumentos en manos de Dios y me siento comprometido a seguir honrando ese don.

 Si volvieras al inicio de tu carrera, ¿qué cambiarías?
— Nada. Todo lo que vivimos es lo que debía ser. Cada experiencia, buena o mala, ha sido un aprendizaje para trascender y seguir enarbolando lo positivo.

 ¿Cómo ves el panorama actual del merengue?
— Tristemente, el único lugar donde se ha boicoteado el merengue es en nuestro país. Hace tres décadas se comenzó a privar a los jóvenes de su identidad musical. Pero sé que en el fondo, la juventud aprecia la calidad y por eso seguiré trabajando para que el merengue recupere su espacio.

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 ¿Te animarías a fusionar tu música con otros géneros?
— Claro que sí. De hecho, vengo trabajando en una propuesta musical que mezcla merengue con bachata, bolero, balada y hasta un son. La música es evolución sin perder la esencia.

 ¿Qué recuerdas de los años dorados del merengue?
— No soy de comparaciones. La fama llegó cuando aún era adolescente y me enseñó a base de golpes. La he definido como “un veneno que sabe a miel”. Hoy valoro la paz y la felicidad que me da vivir el presente.

 ¿Cuál ha sido el momento más duro y el más gratificante de tu carrera?
— Lo más duro fue perder a mi padre justo cuando emprendía mi primera gira. Viví una depresión profunda durante años. Pero lo más gratificante ha sido superar ese dolor y convertirme en un ser renovado, en paz y agradecido con Dios.

¿Qué significa para ti el cariño del público dominicano?
— Es un amor indescriptible. Me llena de vida aquí y dondequiera que voy. El amor de la gente fue clave para levantarme y seguir adelante.

 ¿Quiénes han sido tus influencias musicales?
— Desde niño escuchaba a Javier Solís, Nino Bravo, Yaco Monti, Louis Armstrong, Nini Cáfaro, Fausto Rey… pero el merengue siempre fue lo que más me emocionó. Conocía los nombres de los grandes como Joseíto Mateo y Luis Alberti desde muy pequeño.

¿Qué mensaje dejas a los jóvenes artistas dominicanos?
— Que estudien, que se preparen. No hay camino fácil ni difícil, solo hay que hacer lo necesario para alcanzar los sueños. La disciplina y el conocimiento son la clave.

Carlos David sigue siendo un referente que no solo mantiene viva la llama del merengue, sino que inspira con su resiliencia y amor por la música. Su historia es, sin duda, una lección de vida.