En sentido general se puede decir que la República Dominicana pasó bien su cena de Nochebuena. El activismo en los días previos, incluso el mismo 24 de diciembre resultaban más que reveladores. La gente se estaba preparando, comprando regalos y organizando su mesa tradicional, donde se convoca a las familias y a los amigos más cercanos.
Obviamente que no salimos totalmente ilesos de esa situación, pues muchos no dejan de cometer los excesos de siempre en que algunos se accidentan y hasta pierden la vida y dejan un balance considerable de personas heridas. Este 24 es un buen indicador de cómo ha venido terminando el año 2014, el que despediremos en apenas algunos días y así dar paso al 2015.
En este aspecto igual se puede afirmar que este final de año nos augura las bondades del que viene. Y si es como está concluyendo este, comenzaremos bien el próximo, el que, además, será un año esencialmente preelectoral. Los analistas económicos consideran una coyuntura así como parte del activismo financiero, puesto que muchos son los recursos que se movilizan en torno a las precampañas en los partidos internamente.
Sobre todo, porque cada vez más esos procesos en el interior de las organizaciones para escoger a los candidatos se realizan con una gran exposición hacia afuera.
En nada libera eso, sin embargo, la enorme tarea que tenemos por delante para solucionar muchos de nuestros grandes problemas nacionales. Es claro que no podrá haber descanso desde el Gobierno ni desde el sector privado para hacer que el país avance hacia un estadio más favorable y progresista.
Hacerlo en un ambiente de optimismo siempre resulta más cómodo y las voluntades resultan más efectivas cuando el panorama se ve más claro.
