EL NUEVO DIARIO, LA PAZ. – La Junta Militar cumplió ayer diez meses de administración y tiene ante sí los desafíos del problema económico, el restablecimiento de la imagen externa y las continencias del complot de sus opositores.
El régimen militar llegó al poder 17 de julio después de que las Fuerzas Armadas tomaran el poder e implantaran rígidas medidas para viabilizar el denominado proceso de «reconstrucción nacional».
Las severas medidas establecidas en julio continúan, como la declaración de la zona militar a todo el territorio, el toque queda, la cadena oficial informativa, la suspensión de actividades sindicales y receso político.
El gobierno se rige bajo las normas de la denominada dotrina de la seguridad nacional.
Desde el inicio, el gobierno tuvo que enfrentar el problema económico, el más aguado que atraviesa el país en las dos últimas décadas.
Una pesada deuda externa, el receso laboral, la reducción de las exportaciones, inflación, escasez de inversiones y la contracción económica general, son entre otros los factores de la crisis.
La Junta decidió aplicar una «economía de guerra» para aliviar los gastos y destinar fondos a las inversiones, pero el método no dio los resultados desea-dos, al menos hasta ahora. Además de estos problemas, desde abril comenzó a aflorar la abierta oposición de la Junta y las amenazas a su estabilidad.
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