“Y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante, también ellos tienen su propia historia”. Inicio con este pequeño fragmento del poema Desiderata, como una sugerencia respetuosa al General P.N. Acosta Castellano Comandante Regional Norte de Santiago de los caballeros, con la intención de que tenga en lo adelante una comunicación más asertiva con aquellos ciudadanos que tienen una participación activa en este nuevo contexto de democracia digital. Y que en paralelo a la famosa expresión del Quijote los llamó “perros que ladran”.
Esta proposición, en modo alguno es para que detenga su “avance”, aunque dice Mario Benedetti, “Que volver no implica retroceder….Que retroceder también puede ser avanzar….Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol. En lo particular considero que la Policía Nacional debe abocarse a una reflexión para entender esta nueva realidad social, este planteamiento lo hicimos el 16 de enero del año (enlace https://elnuevodiario.com.do/centros-formacion-seguridad-ciudadana/) en curso con el título: Centros de Formación y Seguridad Ciudadana.
Lo que estamos viendo con la jornada de direccionamiento policial, entrenamiento, adiestramiento, capacitación y reentrenamiento. Tal parece que el concepto aún no está claro a juzgar por los twitter de la cuenta oficial de la institución, pero independientemente de la intención educativa en la forma que se está ejecutando desde el punto de vista académico, su impacto será mínimo.
Ya que un proceso de esa naturaleza debe tener un carácter institucional, con aplicación cíclica en tiempo y lugar, de manera que cada miembro pueda saber que cada 6 meses debe ir Hatillo San Cristóbal actualizar sus conocimientos, habilidades- tácticas policiales, y motivar su participación a fin de romper con el patrón cultural de asumir la adquisición de conocimiento como un castigo.
Esto es posible porque la Policía Nacional, está bajo la dirección de un hombre académico con un alto sentido de compromiso con la institución, y en ese tenor cabe destacar un grupo de notable de profesionales formados por el IPE, que con apoyo logístico y una firme decisión pueden contribuir para hacer más afectiva la función policial.
Con la presencia militar, nueva vez, ante el auge de la delincuencia solamente voy emitir tres aullidos:
- Naciones Unidas, tiene un índice establecido de 300 policías por cada 100 mil habitantes, nosotros estamos por encima de la media de América Latina, que es 250 efectivos, mientras que en la nómina policial tiene registrado más de 38,000.
2.- El apoyo militar a la Policía Nacional tal y como consagra la Constitución, (artículo 252) debe estar más orientado al ámbito de la logística, inteligencia y operaciones de alto riesgo en lugar del despliegue numeroso de personal sin capacitación especializada en tareas propias de la institución del orden.
3.- Las fuerzas de seguridad (Fuerzas Armadas y Policía Nacional) de la República Dominicana deben someterse a un diagnóstico puntual y profundo, con el propósito de identificar las debilidades y limitaciones actuales en materia de seguridad nacional y con ello establecer en que medida, manera y magnitud estas inciden en la seguridad ciudadana, como por ejemplo las actividades de tráfico en todas sus manifestaciones en nuestras fronteras, y su repercusión en la sociedad dominicana.
Urge un cambio de estrategia comunicacional por parte de los organismos de seguridad, de manera especial en la Policía Nacional. Contar con una cuenta en las redes sociales y transmisión en vivo por dichas plataformas son parte de un conjunto de acciones que tiene que ver con el mensaje, forma, escenario y modo de transmitir. Y termino con esta frase de Edgar Morin “no se puede reformar la institución sin haber reformado antes las mentes, pero no se puede reformar las mentes si antes no se han reformado las instituciones.
Por Kelvin Jiménez