EL NUEVO DIARIO SANTO DOMINGO.- El comunicador Julio Samuel Sierra expresó su desacuerdo con la propuesta del Museo Memorial de la Resistencia de demoler las casas que fueron habitadas por el dictador Rafael Leónidas Trujillo en San Cristóbal, donde se había contemplado la posibilidad de levantar un museo de carácter histórico.
Sierra enfatizó que no se trata de exaltar la figura de Trujillo, sino de recordar la historia del país para que no se repitan los errores del pasado.
“Trujillo es parte de nuestra historia y hago este comentario a raíz de una noticia que vi del Museo de la Resistencia, que está en desacuerdo y busca una petición formal al Ejecutivo para que se demuelan las casas que habitó el dictador. Ellos no quieren que se haga ningún museo en ese lugar, pero el plan es hacer una construcción que sirva a un bien social”, explicó.
El comunicador se expresó en esos términos junto a los comunicadores Aneudy Ramírez, Raquel Rodríguez y Omara Corporán, en el programa “El Nuevo Diario en la Tarde”, transmitido por la plataforma digital El Nuevo Diario TV.
(Ver programa).
Aclaró que no apoyaría bajo ningún concepto la promoción de la dictadura: “Una cosa es promover la figura del dictador Rafael Leónidas Trujillo. Yo jamás estaría de acuerdo con que alguien se le ocurra resaltar lo bueno de una dictadura”.
Sierra hizo un llamado a diferenciar entre glorificación y memoria histórica: “Otra cosa muy distinta es que recordemos y mostremos nuestra historia, para que no se olvide lo que es capaz de hacer un poder cuando no tiene límites”.
El comunicador destacó que otros países enfrentan su pasado sin esconderlo. “En Estados Unidos se les enseña a los estudiantes sobre el periodo algodonero, una parte muy oscura de su historia. En Alemania se enseña en las escuelas públicas sobre Adolf Hitler, lo hacen para recordar hacia dónde jamás debe mirar ese país. Igual lo hacen en Italia y España, porque son periodos históricos oscuros a los que ninguna nación debería volver, pero que no se pueden olvidar”.
En ese mismo sentido, defendió la idea de transformar una de las antiguas residencias del dictador en un museo histórico.
“Si aquí se utiliza una de las residencias donde vivía Trujillo para hacer un museo, este jamás tendrá la intención de rendirle homenaje. Se trata de mostrar los horrores de una dictadura que duró más de 30 años. No podemos pasar la página sin antes haberla leído y comprendido”.
Sierra fue enfático al advertir que ignorar el pasado solo abre la puerta a su repetición. “Con el mayor respeto que se merece el Museo de la Resistencia y un sector de la intelectualidad, pienso que echarle tierra a ese periodo de nuestra historia no hace bien. Lo que debemos hacer es aprender de él para no repetirlo”.




