EL NUEVO DIARIO, KINSHARA.- Una base de la Misión de la ONU en la República Democrática del Congo (MONUSCO) fue asaltada hoy por una muchedumbre en protesta por los ataques en el noreste del país de los rebeldes ugandeses de la milicia islamista Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), que la pasada noche causaron ocho muertos.
Unos 500 manifestantes saquearon e incendiaron dependencias de la sede de la MONUSCO en el barrio de Boikene, en la ciudad de Beni (noreste), en protesta por la «pasividad» de los cascos azules frente a los ataques de las ADF, declaró a Efe por teléfono el activista de la sociedad en esa urbe Angelus Kavuthirwaki.
«La oficina de la MONUSCO ha sido incendiada y saqueada. Vi gente saliendo con computadoras en la cabeza. El personal huía. Sigue habiendo fuego (y hay) Jeeps de la MONUSCO en llamas», subrayó Kavuthirwaki.
El activista agregó que es posible que haya habido víctimas entre los manifestantes porque la policía y el ejército congoleños intentaron dispersar a la multitud con «balas reales».
«Por el momento, no puedo decir nada. Estamos en una reunión urgente» de análisis de la tensa situación, se limitó a declarar a Efe Florence Marshall, el portavoz civil de la MONUSCO en Kinshasa.
Antes de emprenderla con la MONUSCO, esa «gente enfadada» incendió el Ayuntamiento de Beni, ciudad de la provincia de Kivu del Norte, y levantó barricadas en las calles, indicó Kavuthirwaki.
Las protestas ocurrieron después de que las ADF mataran a ocho personas en la zona la pasada noche.
Las ADF empezaron su campaña violenta en 1996 en el oeste de Uganda como contestación política al régimen del presidente ugandés, Yoweri Museveni, pero la presión militar forzó su repliegue a la frontera con la RDC, desde donde efectúan incursiones en Kivu del Norte, sobre todo para saqueos y en busca de aprovisionamientos.
Su programa no es muy conocido, más allá de una posible conexión con la organización yihadista Estado Islámico y un repetido «modus operandi», ocultándose y escapando a las operaciones militares gracias a una geografía montañosa.
Desde que el Ejército congoleño inició a principios de mes una ofensiva contra los rebeldes ugandeses, estos han acabado con la vida de decenas de personas en sucesivos ataques, lo que ha provocado protestas de la población por la falta de seguridad.
El noreste de RDC lleva años sumido en un largo conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques de soldados del ejército regular, todo ello bajo la supervisión de MONUSCO, que tiene desplegados a más de 18.000 efectivos en el país.
Esos grupos armados dificultan también la respuesta al brote de ébola que afecta a las provincias de Kivu del Norte e Ituri desde agosto de 2018 y que ha causado la muerte de 2.198 personas, según los datos oficiales vigentes hasta el pasado 23 de noviembre.




