EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. -El Gobierno dominicano gasta más de RD$11,600 millones anuales en salud y educación de haitianos que ingresan al país, de acuerdo a un libro puesto a circular en diciembre del año pasado por el abogado y exdiplomático, Ángel Lockward.
“Los haitianos representan una carga imposible de llevar, pues sólo en salud, en parturientas, el Gobierno dominicano costeó con cargo al Presupuesto Nacional más de RD$1,200 millones a 40,022 parturientas haitianas de un total de RD$74,085 partos en hospitales públicos en el 2023”, revela.
La publicación agrega que “van 271,864 partos en cinco años y creciendo, mientras no hay camas para las dominicanas; la cosa no queda ahí, pues los 173,416 estudiantes haitianos en las escuelas públicas costaron otros RD$10,404 millones, sin incluir los útiles y equipos, mientras decenas de miles de niños dominicanos están recibiendo docencia bajo árboles”.
El libro titulado “Descendientes de haitianos”, de la autoría del licenciado Lockward y puesto a circular en diciembre de 2023, narra sobre las dificultades que tiene el Gobierno dominicano para enfrentar la migración haitiana hacia la República Dominicana.
El estudio recoge, el cual está disponible gratuitamente en la red https://bit.ly/3Tymvyq, que de los USD$3,966 millones que recibe Haití en remesas, más de USD$750 millones van desde República Dominicana, su principal socio comercial del cual proviene la mayor cantidad de alimentos y piezas de recambio.
Agrega que “Haití, no obstante ser una de las primeras repúblicas de América, está considerado como un Estado fallido en estado de desintegración, incapaz de conformar Gobierno, ejercer el monopolio de la fuerza y garantizar los servicios básicos a más de 11 millones de personas que habitan el territorio haitiano, básicamente por la naturaleza de su origen como República y la incapacidad de sus líderes de llegar a acuerdos”.

Lockward indica en la obra, que “por un lado están las peticiones de la ACNUR agencia de la ONU, solicitando asilo como refugiados para los haitianos y por la otra, los países que dirigen la ONU, como Estados Unidos, que repatrian miles cada año, en una suerte de doble moral que siguen otros como las islas del Caribe, Chile y México, al tiempo que se anuncia el temor a oleadas de refugiados que podrían ir hacia República Dominicana y en menor grado hacia Puerto Rico, Cuba, Jamaica y otras islas caribeñas”.
Expresa que la petición de la ACNUR para que se establezcan campamentos de refugiados haitianos, sería el fin de la República Dominicana, en caso de que el Gobierno dominicano acepte esa demanda del organismo internacional.
Lockward sostiene que desde el derrocamiento de Jean Bertran Aristide el 30 de septiembre de 1991, la solicitud de Naciones Unidas y de algunos gobiernos extranjeros, para que Republica Dominicana admita campos de refugiados haitianos ha sido una constante”.
Recuerda que “las presiones al entonces presidente Joaquín Balaguer (fenecido), quien no transigió fueron muy fuertes y el planteamiento siguió al primer Gobierno del expresidente Leonel Fernández y ahora en ocasión de la crisis actual al presidente Luis Abinader.




