EL NUEVO DIARIO, BUENOS AIRES.- La organización no gubernamental Amnistía Internacional pidió este lunes poner fin a la represión y a otras violaciones a los derechos humanos en la norteña provincia argentina de Formosa, donde continúan las protestas ciudadanas en contra de las medidas restrictivas adoptadas por el gobierno local para hacer frente a la pandemia de covid-19.
En un comunicado, la organización dijo que en los últimos ocho meses recibió «decenas de denuncias» de personas afectadas por restricciones al acceso a la provincia, detenciones compulsivas en centros de aislamiento y, desde el viernes pasado, represión contra manifestantes.
«Amnistía Internacional mantiene su preocupación por las reiteradas violaciones a los derechos humanos ocurridos en Formosa, que se sostienen en el tiempo», señaló la directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, Mariela Belski.
Belski sostuvo que «el respeto a los derechos humanos es esencial para garantizar la legitimidad y el cumplimiento de las medidas contra la pandemia».
El viernes pasado, las fuerzas de seguridad provinciales reprimieron violentamente a manifestantes que salieron a las calles a reclamar contra las medidas restrictivas adoptadas en el marco de la pandemia.
Las protestas, que continuaron durante el fin de semana y este mismo lunes, se originaron luego de que el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, a cargo del Ejecutivo provincial desde 1995, decidiera el jueves último volver a la fase más dura de aislamiento sanitario, al menos, hasta el 18 de marzo.
Las restricciones incluyen una prohibición de circular sin permiso, la suspensión del transporte interurbano y el cierre de todas las actividades laborales salvo las consideradas esenciales, como la salud o las fuerzas de seguridad.
Por la represión a las protestas, según indicó Amnistía Internacional, un centenar de personas resultaron heridas y unas 80 fueron detenidas en el marco del operativo llevado adelante por las fuerzas de seguridad.
«Las imágenes difundidas y los relatos dan cuenta de individuos con hasta más de diez heridas de bala de goma, con impactos en los ojos, cara, el cuello, el pecho y los brazos», afirmó la organización humanitaria.
Amnistía recordó que la represión del pasado viernes «ocurre en el contexto de reiteradas denuncias por violaciones a los derechos humanos en la provincia, con el argumento de la lucha contra la pandemia».
En este sentido, observó que, durante la primera etapa de emergencia sanitaria ocurrida entre marzo y diciembre pasado, las autoridades provinciales impusieron restricciones al ingreso a Formosa, por lo que unas 8.500 personas estuvieron por meses varadas fuera de la provincia, muchas veces a la vera de carreteras, aguardando el regreso a sus hogares.
Según denunció Amnistía, en una segunda etapa, entre enero y febrero pasado, «se registraron detenciones compulsivas en centros de aislamiento para personas con covid-19 y todos sus contactos estrechos».




