Nunca me ha gustado condenar a ninguna persona en medios de comunicación; pero creo que en lo de Salud Pública el dado se ha cargado a una sola persona, hay que investigar la raíz del problema; se dice que la práctica de vender empleos es vieja en la institución, que estaban ligadas varias personas desde el Gobierno anterior.
Ahora bien, será que pretenden dar ejemplo con éste musurungo que va a un cargo muerto de hambre y al ser sorprendido en su buena fe de parte de los anteriores mañosos, quiénes convirtieron ese Ministerio en una vergüenza.
Para muchos era un secreto a voces, esa mafia donde cargaron al Estado con el presupuesto de Salud Pública, a los fines de que los mismos tengan asegurada una pensión, un seguro, y los beneficios más el sueldo sin prestar servicio.
Lo cierto es qué una acción de manera concurrente no la hace una sola persona, soy partidario de que el asunto se investigue con la profundidad que amerita, y no salir de forma ligera como lo hizo la encargado de la Dirección de Ética Gubernamental doña Milagro Ortiz Bosch a declarar de que ya tiene pruebas de lo ocurrido y que ya fue suspendido, con el sólo propósito de levantar la moral del Gobierno.
En verdad la sociedad no está conforme, se hace necesario una acción más contundente frente a tantos hechos de corrupción denunciado por las actuales autoridades contra las salientes y, ésta es la hora que no existe una acción concreta de hechos de corrupción, de engaño, robo, peculado, y sobre todo una Procuraduría que diga: ya vamos a establecer responsabilidad…
Es hora de hacer señalamientos más directos contra uno o varios sujetos en particular, de manera tal que permita decir al pueblo por fin se va hacer justicia a quienes robaron el dinero del pueblo; de no ser así, lo denunciado era todo un invento, mentir para un quítate tú para ponerme yo, oh de lo contrario dejar pasar para luego hacer y más aún echar al saco del olvido todo lo ocurrido.
Es ahí la necesidad de que haya otra visita a la Plaza de la Bandera para decirle a los que llegaron que son cómplices y tan ladrones como lo que se fueron y que si vienen hacer lo mismo, decirle una vez más que ya el país está tan pobre que no aguanta un sólo robo más.
El autor es abogado y periodista, analista legislativo de la Cámara de Diputados, profesor de la Universidad Central del Este (UCE), reside en San Juan de la Maguana,
Por Leandro Ortiz de la Rosa
